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6, agosto 2020 - 8:00

┃ José Ángel Rueda

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En el plano legal, La Máquina está libre de toda culpa. Información exclusiva a la que tuvo acceso el Diario de los Deportistas confirmó que, tras la investigación realizada por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), las acusaciones sobre presunto lavado de dinero que enfrenta Guillermo “N”, presidente de la Cooperativa, no involucran al Club Deportivo Cruz Azul. La turbulencia directiva de momento no toca al equipo, que sigue metido en su buena racha.

Cuando el pasado miércoles 29 de julio se hizo pública la orden de aprehensión contra el presidente de La Máquina, de inmediato comenzaron las especulaciones sobre los manejos del club y una posible desafiliación de la Federación Mexicana de Futbol. La noticia puso en alerta a las autoridades del futbol mexicano. No era la primera vez que tenía que salir a explicar los procedimientos. 

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La Liga MX emitió un breve comunicado donde aseguró que, de momento, no existe proceso de desafiliación contra Guillermo “N” ni contra el club, y que en todo caso será hasta que se lleven a cabo las instancias correspondientes que se tome una determinación. El hecho de que el Club Deportivo Cruz Azul no esté involucrado en las acusaciones presenta un panorama de mayor claridad en el plano deportivo, pues en reiteradas ocasiones, Enrique Bonilla, presidente de la Liga, ha expresado que, en tanto las presuntas actividades ilícitas no recaigan sobre las operaciones del equipo, no existe motivo para intervenir. “El club no está siendo sujeto de investigación. Es una de las empresas de La Cooperativa y, en el caso específico de don Guillermo, él ya se presentó ante las autoridades, está dando la cara y está presentando las pruebas”, explicó el directivo el pasado 10 de junio, cuando surgieron las primeras noticias sobre la investigación de la UIF al mandamás de la empresa cementera. 

El estallido de la polémica llega en un momento clave en la lucha por transparentar las actividades del futbol mexicano y los fondos que lo convierten en un negocio millonario. Fue a finales de 2019 cuando la Federación Mexicana de Futbol y la Unidad de Inteligencia Financiera firmaron un convenio que permitió trabajar de la mano con los equipos de la Liga MX, todo con la intención de detectar recursos de procedencia ilícita. Aquel día, en las instalaciones de la Femexfut, se pactó la colaboración para facilitar el tránsito libre de la información, un hecho por demás histórico, pues nunca antes el futbol mexicano había sido investigado en su conjunto.   

“Firmamos un convenio con la Secretaría de Hacienda como muestra del compromiso que tenemos con la transparencia y de la disposición que tenemos para trabajar de la mano con las autoridades”, declaró Bonilla, tras la firma. 

El lavado de dinero acecha al futbol mexicano 

Según la información recabada por el periódico ESTO, la Unidad de Inteligencia Financiera y su titular, Santiago Nieto, consideraron como tema prioritario la elaboración de un modelo de riesgo que les ayude a ampliar la información para establecer la siguiente fase de la investigación. El cruce de datos permitirá detectar los probables casos de lavado de dinero en nuestro futbol. De momento, la mira es generalizada, no hay culpables aún; el modelo, que estará listo en las próximas semanas, pretende particularizar. 

Para la UIF existen dos elementos claves que alimentan los factores de riesgo. El primero, desde luego, pretende transparentar la procedencia de los recursos, conocer el origen, descartar la presencia de fondos ilícitos. El segundo tiene que ver con la declaración de los recursos al Sistema de Administración Tributaria (SAT) y evitar que éstos sean desviados o manipulados. 

El panorama, sin embargo, es complejo. La Unidad de Inteligencia Financiera se encuentra ante un tema novedoso, pocas veces explorado, pese a que al año la industria genera alrededor de 114 mil millones de pesos. Fue precisamente la cantidad de dinero exorbitante que emana del negocio lo que puso en alerta a las autoridades. No hubo denuncia que perseguir, tan solo se encontraron ante lo obvio.

 

Otras categorías también podrían ser investigadas 

El constante sonido de los billetes que emite el negocio del futbol mexicano puso en alerta a la Unidad de Inteligencia Financiera. Lo que antes era visto con ojos recreativos asomó acaso algo de maldad. El convenio firmado con la Federación Mexicana de Futbol les permitió acceder de manera relativamente sencilla a ciertos datos reveladores sobre los equipos de la Liga MX, sin embargo, el universo es tan amplio y los actores que se mueven sigilosamente entre la industria son tantos que la historia apenas comienza. Es difícil seguirles el rastro.

Más allá de que el convenio se firmó para detectar posibles actividades de lavado de dinero en los equipos de la Primera División, el Diario de los Deportistas pudo saber que las investigaciones no están limitadas únicamente para la máxima categoría.  La UIF tiene la facultad de investigar lo que crea conveniente, así sea de las divisiones inferiores o de las diversas ligas que conforman el ecosistema del futbol mexicano. Incluso jugadores y promotores podrían estar en la mira. El hilo, si se le tira, no tiene límites.  

Lo mismo ocurre con las Ligas de otros deportes, en las que, más allá de no existir convenio alguno, si se detecta actividad sospechosa, comenzarán las pesquisas. Los datos y los movimientos son como una carta abierta, el verdadero reto es dar con ellos. 

A lo largo de los años, la propia Federación Mexicana de Futbol ha intentado limpiar sus filas. Establecer criterios para que los empresarios que invierten en el futbol comprueben su legitimidad. A veces con éxito, otras no. No son nuevas las historias de los negocios turbios en el futbol nacional, los relatos de pistoleros, los estadios secuestrados por las mafias. Equipos como el Irapuato y los Gallos Blancos de Querétaro han sido desafiliados en su momento por contar con dueños involucrados en actividades ilícitas. Luego vinieron los rescates, y esa historia que vuelve de manera cíclica a entrometerse entre los sueños y el balón.

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