DESPUÉS de una larga espera de los protagonistas de su película, como Gloria Trevi llamó a todo su público que después de chiflidos, gritos y coros con su nombre, en punto de las 21:00 horas de ayer, inició su concierto en el Auditorio Nacional con una entrada por demás espectacular.
Deseosos y cautivados, los presentes aplaudieron ya que no se esperaban que el comienzo fuera con una presentación fuera de serie, y es que al caer una enorme tela blanca que sirvió como cortina para que la Trevi apareciera acompañada de un ejército de bailarines para interpretar “Cinco minutos”, canción que fue la llave para que la puerta de la locura se abriera y es que de manera inmediata la norteña enloqueció al respetable. “México, capirucha de mi corazón. Los amo”, fue el saludo con el que la cantante recibió a sus seguidores, en esta “película”, como nombró el concierto, y el que dividió en varios segmentos: acción, musicales, románticas, drama y terror, a cada canción que interpretó, y algo que resultó gratificante es que se hizo acompañar de cualquier cantidad de accesorios, cambio de vestuarios y una gran cantidad de bailarines y músicos.
La Trevi de pronto dialogaba con el público a manera de tomar aire, ya que la energía que desbordaba la dejaba extasiada y a la vez contenta por el hecho de ver cómo se entregaban los protagonistas en cada escena de “su película”.
“Mujer maravilla”, “Siempre a mí”, “Con los ojos cerrados”, “Gloria”, “Sabes”, “Vestida de azúcar”, “El recuento de los años” y “Pelo suelto”, fueron de las canciones más aplaudidas y en algunas definitivamente el público se puso de pie para hacerse presente con su energía y así no dejar que cayera el ánimo de la Trevi.
La nacida en Monterrey no podía ocultar su felicidad ante tanta ovación y tanto aplauso, deseosa estaba por seguir, pero como siempre, todo principio tiene un fin, y éste llegó después de una noche por demás inolvidable para todos los que asistieron al recinto de la Avenida Reforma.