El combustible se les acabó, tantos kilómetros recorridos en la última semana les pasó factura a poblanos y Tuzos. En un juego gris, Ismael Sosa a través de un cuestionado penalti que cometió Néstor Vidrio, se encargó de despintar a la Franja. El VAR lo pudo evitar, pero no entró en acción.

No fue la forma correcta de ganar, sin embargo, un poco justo. Pachuca enseñó las armas en un inicio. Erick Aguirre con un tiro potente en el área poblana que tapó el Manny García estuvo cerca de anotar. Emmanuel se lastimó el brazo, pero no pasó a más.

Luego de eso Víctor Dávila y Luis Chávez con tiros de lejos pusieron nervioso a Vikonis.

Puebla fue rocoso, Santiago Ormeño, el jugador que provoca portadas inverosímiles en Perú, llamándolo el nuevo Paolo Guerrero, no tuvo contacto con el esférico. Omar Fernández estuvo más activo, pero no exigió a Óscar Ustari.

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El equilibrio siguió, mucho trote, pases cortos, pero pocos piques, desbordes.

El Cuauhtémoc tuvo que ir al descanso.

Los cambios fueron necesarios. Paulo Pezzolano metió a Roberto Nurse, mientras que Juan Reynoso ingresó a Maxi Araujo y Alan Acosta.

Todo siguió igual hasta que Néstor Vidrio tiró a Erick Sánchez en el área, Fernando Guerrero marcó el penalti pese a los reclamos. El Cantante no recurrió al VAR y mantuvo su decisión. Ismael Sosa recién ingresado tomó el balón y con algo de fortuna superó a Vikonis.

Reynoso mandó a toda su caballería, Lalo Herrera, Bernardo Cuesta y el Fideo Álvarez potenciaron la delantera, sin embargo, las detonaciones no llegaron.
Pachuca mantuvo el orden hasta el final, triunfo que le de oxígeno a Paulo Pezzolano tras un inicio endeble.