Con la tecnología de Google Traductor

Mira

16, agosto 2020 - 7:43

┃ Marysol Fragoso

jai-alai

FOTOS: MARTÍN MONTIEL

Si Dios es Redondo como establece Juan Villoro en el libro que bautizó de ese modo, en referencia a la pelota de fútbol y donde el escritor confiesa que siendo un niño se rindió a ella, misma que mide 68 centímetros de circunferencia, pesa 450 gramos y viaja a una velocidad promedio entre 129 y 150 kilómetros por hora; entonces, ¿A que equivale una pelota de 8.5 centímetros, 125 gramos de peso, que se desplaza a una velocidad entre 200 y 250 kilómetros por hora, con la que se juega el Jai Alai, la cual ha encantado a miles de personas desde que ese deporte surgió en el País Vasco Español, durante el siglo XIX?

Tal vez la respuesta no se sepa nunca o quien la tenga en su poder no esté dispuesto a revelarla. Quizá el único hombre en nuestro país que pueda contestar, dado que también es el único que sabe fabricarlas en la actualidad sea José Martín Hernández Zambrano. Charlar con él, en exclusiva para ESTO, a las puertas del Frontón México, considerado El Palacio de la Pelota, es adentrarse en el alma de un amante del deporte de la Cesta Punta.

Fotos: Martín Montiel

Hace falta un minuto para percatarse que por cada poro transpira pasión y alegría, así como al mismo tiempo, respeto y paciencia. Una mezcla extraña que lo lleva a esperar 365 días para ver terminada cada una de sus obras: las pelotas para jugar Jai Alai a lo largo de la temporada del Frontón México.

“El español Escarit era una persona muy mayor quien le enseñó a mi padre –cuando era un niño- a fabricar las pelotas. Era la época cuando vino a México rumbo a la inauguración del Frontón México (1929). A la muerte Escarit, la familia Arnais se hizo cargo de elaborarlas y contrató a mi padre, Martín Hernández Cruz, quien jugó Jai Alai amateur. A partir de los años 70, él se quedó a cargo por completo y tiempo más tarde, me enseñó a mí. Ahora, yo estoy enseñando a mis hijos Daniel y Sergio Hernández”, nos cuenta Martín en el restaurant Cahuich, en la colonia Tabacalera, a un costado del emblemático lugar donde a lo largo de la historia se han dado cita los mejores pelotaris del mundo.

ESCUCHA NUESTRO PODCAST: La gradual reapertura de albercas y gimnasios

“Considero que soy un artesano. De mi padre aprendí, desde a cortar la piel, a ensartar las agujas, a coser y a preparar el caucho. Me encanta lo que hago”, afirma. Sin embargo, la historia del frontón capitalino ha estado marcado por dos largo cierres, el último de ellos a consecuencia de una huelga que se prolongó por más de 20 años. Este, coincidió con la época más productiva de Martín, por lo que nos relata cómo sobrevivió: “Trabajé parte del tiempo en una escuela de Jai Alai llamada Xalostoc y luego como empleado en un centro comercial, pero, quiero aclarar que, gracias al trabajo en el Frontón México, mi padre me dio la carrera de psicología y yo le estoy dado su carrera a mis dos hijos”.

A pesar del parón de dos décadas, este hombre que tiene 56 años de edad,nunca se alejó de este deporte: “Porque se hicieron dos mundiales y se tuvo que armar una selección para que fuera a jugar y yo les hice sus pelotas. Hace tres temporadas que se reabrió el frontón, gracias a la familia Cosio, de inmediato pensaron en mí y volví a esta casa de inmediato”. Desde entonces. Martín Hernandez ha vuelto a fabricar las pelotas y en esta ocasión comparte con los lectores de ESTO la forma de hacerlas.

Material

Caucho importado, toda vez que el de México, a decir del entrevistado: “contiene residuos de fertilizantes lo cual altera el proceso de elaboración, porque todo tiene que ser natural”. Se importa de Malasia, Indonesia o de Brasil.

Placa de vidrio.

Hilo de lana, que se importa de Estados Unidos,

Aguja, que se importa de Alemania.

Carrete de piel para usarlo en el dedo anular.

Estambre especial.

Piel de cabra, de origen mexicano.

Fotos: Martín Montiel

Medidas reglamentarias de la pelota

Peso: 125 a 130 gramos

Tamaño: 8.5 centímetros.

Velocidad: 200 a 250 kilómetros por hora.

Tiempo de vida en la cancha: 20 minutos

Tipo: Las pelotas llamadas “vivas” tienen mucho movimiento y rapidez; las pelotas llamadas “muertas”, son más lentas. Se escogen dependiendo del estilo del pelotari y del de su contrario.

Precio: $ 1, 220.00 pesos en México. 80 euros en España (equivalentes a $ 1,920.00 pesos mexicanos)

Proceso de elaboración

1.- Se coloca el caucho en un vidrio, se corta en tititas y se empieza a enrollar hasta que se forma una circunferencia pequeña y se dejar reposar un mínimo de 15 días, antes de aplicar la siguiente tirita.

2.- Se va probando la consistencia a oído. Es decir, hasta que la bolita suene como un vaso que se rompe, cuando se deja caer contra el piso. Es entonces cuando se puede aplicar otra tirita de caucho y se dejar reposar otro mínimo de quince días y se vuela a probar y así sucesivamente. Esta parte es la más tardada, ya que dura casi diez meses.

3.-Hasta que la bolita crece a un determinado tamaño se forra con el llamado estambre y se vuelve a dejar reposar.

Fotos Martín Montiel

4.-Se le pone un primer forro de piel de cabra y se cose con un tipo de costura especial, para que cuando golpeé contra los muros, no haga extraños. Para ello, se ayuda con un tipo de dedal que utiliza en el dedo anular de la mano derecha, el cual también es de piel.

5.- Se le coloca un segundo forro de piel de cabra y se cose de nuevo con una costura más pequeña, cerrada y fuerte. Entonces la pelota queda lista para que se use en la cancha un promedio de 20 minutos.

6.- Cabe aclarar que por cada partido se usa un promedio de 10 pelotas y por función entre 30 a 35 pelotas. Por lo que, antes de empezar la temporada del Frontón México debe haber un stock de 150 pelotas para que se usen los fines de semana durante aproximadamente dos meses.

VIDEO: Ciclista sufre caída de un puente

7.- Cuando las pelotas fueron rotas por los pelotaris profesionales, se reparan y se usan para que los niños interesados aprendan a jugar Jai Alai.

8.- El desempeño de las pelotas en la cancha también depende del clima. Si hay humedad hay algunas pelotas que pueden durar un partido completo, pero si el clima es seco, puede durar de entre 2 y 15 minutos.

9.- Para un juego es recomendable llevar cuatro pelotas “vivas” o rápidas y cuatro “muertas” o lentas.

10.- Una de estas pelotas se vende entre 1,000.00 y 1,220 pesos en nuestro país.