Lionel Messi tomó la decisión que hasta hace unos meses parecía imposible, al notificarle al Barcelona su deseo de ser transferido en este mercado de verano.

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En la carta que hoy envió al club catalán, el delantero alega la cláusula de su contrato que le permitía irse libre antes del 10 junio.

Sin embargo, como argentino no se pronunció al respecto antes de dicha fecha, el Barcelona renovó el contrato, automáticamente, por una temporada más, es decir, hasta el 30 de junio de 2021, cuando entonces podría irse totalmente gratis.

Debido a lo anterior, el club que esté interesado en fichar a Messi en este verano deberá pagar la cláusula de rescisión de contrato, pactada en 700 millones de euros.

Barcelona, que hasta ahora no le ha respondido a Messi, parece haber fracasado en su intento por evitar que el capitán abandone al equipo después de 20 temporadas.

Incluso Ronald Koeman, presentado hace una semana como nuevo técnico del equipo, dejó entrever durante los últimas días que la conversación que mantuvo con Messi había sido productiva, pues en todo momento lo ha mencionado como cimiento del proyecto de reconstrucción que llevará acabo luego de que el equipo fue eliminado en los cuartos de final de la Champions League, con la humillante goleada de 8-2 que le propinó el Bayern Múnich.

Hasta ahora, el único equipo que estaría en condiciones de pagar los 700 millones de euros es el Manchester City, dirigido por Josep Guardiola, quien lo dirigió exitosamente entre 2009 y 2012.

Además, en el club inglés juega su compatriota y gran amigo Sergio Agüero.

El problema yace en si los Citizens están en condiciones de gastar dicha cantidad, sobre todo cuando acaba de librarse de la sanción de dos años sin disputar torneos continentales, tras supuestamente haber violado el Fair Play de la UEFA.

Pero, además, cuando podría tenerlo completamente gratis en poco menos de un año.

Koeman le dio las gracias a Suárez, Vidal, Rakitic y Umtiti