Con la tecnología de Google Traductor

Mira

26, agosto 2020 - 15:52

┃ EFE

cafd4aca6c97c34ad5f82ca7e2f15621c819f415

Foto: EFE

Pesó más la historia que el deseo del París Saint-Germain de contestar el dominio del Olympique de Lyon, todavía en pie pese a no rallar al nivel que se le conoce. No lo necesita si aparece Wendie Renard para resolver la urgencia, como este miércoles en San Sebastián.

PODCAST ESTO: La falta de continuidad en las ligas mexicanas de futbol

La poderosa central francesa (30 años, 1.87 metros de altura) fue el salvavidas que levantó al equipo lionés para que este domingo pueda competir con el Woflsburgo en Anoeta por su quinto título continental consecutivo.

Ganar, ganar y ganar es el hábito del Olympique de Lyon en la Liga de Campeones. Da igual que se tope con el Bayern de Múnich o el París Saint-Germain, derrotado pero también atrevido. Volvió a quedarse con el lamento. Un sentimiento conocido.

El último partido precedente entre ambos conjuntos, disputado hace pocas semanas en la final de la Copa de Francia, hacía pronosticar un duelo parejo entre dos equipos que se conocen al dedillo, por su convivencia en la liga francesa.

Aquel partido terminó en empate (0-0) y la final se resolvió en los penaltis, con triunfo para el Olympique de Lyon. Se dio, así, el mismo desenlace de la final de la Liga de Campeones de la temporada 2016/17, en otra tanda fatídica para los intereses parisinos.

Cansadas de que el equipo lionés sea su antagonista, las jugadoras del PSG se aferraron, de una parte, a su buen partido ante el Arsenal; y, por otra, a las dudas que comprometieron el pase del defensor del título frente al Bayern de Múnich, liquidado por un ajustado 2-1, con más sombras que luces.

Con respecto a ese choque, Jean-Luc Vasseur prescindió de inicio de Amandine Henry y Eugenie Le Sommer, aunque su equipo tardó algunos minutos en desperezarse.

Del Olympique de Lyon fueron, en todo caso, las llegadas más peligrosas en la primera mitad. Nikita Parris, Lucy Bronze, Amel Majri y Sara Bjork Gunnarsdottir trataron sin acierto de batir a la chilena Christiane Endler.

Le está costando al hexacampeón de Europa afinarse en este atípico comienzo de temporada. Está mostrando síntomas de flaqueza, imperceptibles otros años, lo que anima a sus oponentes a imaginar un cambio de mando. En algún momento llegará esa sucesión, después de 14 títulos de liga consecutivos y unas cuatro últimas temporadas de reinado ininterrumpido en la Liga de Campeones, una competición que ganó también en 2011 y 2012. Ocurre que en 2020 volverá a jugar por el título.

No quiso Wendie Renard fallar a esa costumbre y desencalló la semifinal ante el París Saint-Germain como habitúa. Castigó la falta que costó la expulsión de Grace Geyoro con un salto poderoso. Aprovechó su altura y el preciso servicio de Amel Majri para anotar en el minuto 67 el 0-1. Fue el punto y final del partido.

Al París Saint-Germain no le quedó más que conformarse con su destino, aun habiéndolo intentado al verse diez contra diez, por la doble amarilla a Nikita Parris. La inglesa se perderá la final.

Ya solo el Wolfsburgo puede anunciar un nuevo tiempo. El domingo en Anoeta puede impedir un lustro de dominio lionés. Será lo que Wendie Renard quiera.

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí