Han pasado ya cuatro años desde que el ex mariscal de campo de San Francisco, Colin Kaepernick, protestó contra los actos racistas en  Estados Unidos. Como si fuera obra del destino, hoy el equipo de los Bucks de Milwaukee hizo ver al mundo que la lucha del jugador de la NFL sigue en pie.

Kaepernick conmocionó a la NFL al negarse a cantar el himno de los Estados Unidos. Su protesta comenzó un 26 de agosto del 2016. Colin permaneció sentado en la banca mientras los demás jugadores rendían honores a la bandera.

Días más adelante, la imagen que terminó por enojar a toda una nación fue cuándo Kaepernick puso su rodilla en el piso mientras se entonaba el himno nacional de Estados Unidos.

Esa protesta hizo que la propia NFL le diera un veto en toda la liga (actualmente sigue vigente), pero, a la vez fue el fósforo que prendió la mecha para que años más tarde otros deportistas se unieran al movimiento.

Precisamente en el día que Colin inició su protesta, Los jugadores de los Bucks de Milwaukee decidieron no jugar el partido cinco ante Orlando. Esto a manera de protesta por el ataque de policías contra  el afroamericano, Jacob Blake.

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Una muestra de que la lucha en contra del racismo sigue vigente y que los deportistas han servido para difundir el mensaje por la igualdad de derechos.

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