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25, enero 2015 - 21:54

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México, 25 Ene Notimex).- No obstante que los triunfadores fueron Eulalio López “El Zotocluco” y Diego Silveti, el diestro español Morante de la Puebla dejó bien presente su estética en el ruedo de la Plaza México, que este domingo celebró su décima sexta corrida de la Temporada Grande 2014-2015.
Toros irregulares de Fernando de la Mora, algunos con mejores cualidades que otros.

Para partir plaza, el “Zotoluco”, quien hilvanó un par de buenos muletazos, supo jugar sus mejores cartas con un astado que ofrecía poca presencia en el ruedo, así lo metió a su juego, en el que se esforzó para cerrar preciso con el acero.

Una oreja se le concedió y para su segundo encuentro con el ejemplar de Fernando de la Mora, el diestro de Azcapotzalco vino a menos; no tuvo mucho juego con la tela, el toro era débil y aunque trató de llevarlo, fue desluciendo conforme avanzaba y lo metía en el tercio pero sin mucho ritmo. Se fue en silencio al final.

El sevillano no tuvo mejor suerte en su primera oportunidad, gracias a un animal limitado en sus condiciones que no pudo hacer lucir al hombre con el capote, pero éste no se rindió tan fácil, aunque la primera salida no terminó de convencer al espectador.

En el segundo del ibérico, la situación fue muy diferente, se lució desde la salida del animal con una serie de verónicas y luego un pase por “chicuelinas” para encender los ánimos. El tacto suave de Morante lo fue llevando al terreno donde él quería, cada vez con más intensidad.

Así dejó presentes muletazos de una arquitectura que lo hacen demostrar por qué está en el plano de los mejores del mundo, la naturalidad con la que se vuelve uno con el toro y si no fuera porque tardó mucho en matar y tuvo que ser apuntillado, se habría llevado el trofeo; aun así, el clamor general le hizo dar vuelta al ruedo.

Silveti tuvo el tercer turno de la tarde, en el que mostró mucho temple para poder lidiar al toro, al cual le arrancó un buena faena que la plaza le recompensó con una fuerte ovación.

Con su segundo y ya mejor medido, Silveti ofreció mejor calidad para hacer un par de pases que le valieron la oreja, sin importar que no estuvo certero con la espada.

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