Foto: Mexsport

Con sentimientos encontrados se fue Miguel Herrera del estadio Azteca tras la victoria de América. Por una parte, tres puntos en la bolsa y la satisfacción de haberse convertido en el técnico con más partidos ganados en la historia de la institución, pero por otro lado, con la intranquilidad de la exhibición que dio su equipo, misma que reconoció que no lo dejó nada satisfecho.

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“(La marca histórica) me deja agradecido con todos los jugadores que nos ha tocado dirigir en este club. Contento con cada uno de ellos, con el esfuerzo y su determinación. Son estadísticas, estoy contento, pero nada más por el triunfo, la verdad que no es nada elocuente. Seguiremos sumando, lo importante es ganar títulos acá”, confesó.

En su análisis del juego, el Piojo fue contundente al señalar que los azulcremas fueron certeros, pero no jugaron bien. Por delante les quedan seis partidos de nueve totales en casa, situación que desea aprovechar con una mejor versión colectiva.

“Me tengo que ir no tranquilo. Sumamos tres puntos conscientes de que nos sirven, pero no tranquilo porque el equipo no jugó bien; fuimos certeros, pero nos falta volumen de juego esa es la realidad. Hay que saber aprovechar, nos tocan varios partidos de local que debemos de aprovechar, pero hay mucho que mejorar. Nos faltó la posesión de la pelota y eso es lo más importante”, reconoció.

Dentro de lo que Miguel rescató, se encuentra el sacrificio de sus dos delanteros, aunque sus conclusiones se inclinaron más a las áreas de oportunidad.

“El triunfo, la actitud de mis delanteros, Henry y Viñas cada vez se entienden mejor. El equipo rechaza bien las pelotas en zona defensiva, hay errores que ellos aprovechan y nosotros tratamos de mejorar en ese sentido. Lo único que puede ser rescatable es el triunfo. Pudimos tener un mejor manejo de pelota y no lo hicimos”, manifestó, y agregó que le disgustaron los pelotazos reiterados a sus ejes de ataque.

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“La posesión de la pelota no la tuvimos, la dividimos todo el juego. Exageramos en tirarles pelotazos a Henry y Viñas. En el entrenamiento el equipo trata de hacer jugadas, cambia la idea de juego y en el partido cambian las cosas, no tenemos esa conciencia de mantener la pelota y hacerla jugar, que nuestra gente que tiene manejo de pelota lo haga mejor”, cerró.