Foto: Mexsport

El Cabecita, con la cabeza y a la cabeza, Jonathan Rodríguez cazó un mal despeje de Óscar Murillo y con un cabeceo perfecto anotó en tiempo de compensación el único tanto del juego para regresarle a Cruz Azul la cima en la tabla general. América está detrás por diferencia de goles.

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La Máquina confirma que la maldición de a poco se extingue. Los últimos minutos se han vuelto sus aliados.

De no ser por la escalofriante lesión de Jorge Hernández la vorágine de llegadas no se hubiera detenido al inicio.

El Burrito cayó sobre su tobillo derecho, sus gritos retumbaron en las tribunas vacías del estadio Azteca y en el campo el juego se congeló.

Antes de eso Ignacio Rivero inició los embates celestes con un tiro de lejos que alcanzó a rechazar Oscar Ustari.

Pachuca no se quedó atrás. Los Tuzos cuentan con una de las ofensivas más escurridizas del futbol mexicano. Felipe Pardo y Romario Ibarra fintan y desbordan todo el tiempo, mientras que Víctor Dávila espera enfrente cualquier balón para enviarlo a la red.

Las llegadas fueron tupidas hasta que llegó la lesión del Burrito. Orbelín Pineda vio todo y sacó el balón en lugar de seguir el ataque, luego de eso hubo calma.

Los Tuzos cerraron mejor, Rodrigo Salinas con un tiro potente en el área y Dávila con un cabezazo que se estrelló en el poste, pusieron tensos a los cementeros.

Ese nerviosismo celeste se mantuvo. Pachuca siguió encima, pero sin poder superar a Jesús Corona.

La Máquina dejó de avanzar, Robert Dante Siboldi metió a Santiago Giménez para que acompañara al Cabecita Rodríguez y echaran para atrás a los hidalguenses.

Ese cambio no fue suficiente, tuvieron que entrar Alexis Gutiérrez y Misael Domínguez para darle potencia a la Máquina.

Ignacio Rivero a través de un tiro libre impactó el balón en el poste. Pachuca se salvó.

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El empate era un hecho, pero en el último instante Jonathan Rodríguez le metió la cabeza al balón y techó a Óscar Ustari. El pitido llegó.