POR A.G. GONZÁLEZ

LA falta de gol se ha convertido en un dolor de cabeza para Gustavo Matosas y el proyecto que encabeza con el América dentro del naciente Clausura 2015. No es que se trata de una pobre generación de opciones al ataque sino que no las han aprovechado y en esas ya perdieron uno y empataron otro.

Como es recurrente en este tipo de situaciones, el técnico en turno solicita tiempo para que termine de cuajar lo que ha preparado, mientras que las críticas comienzan a endurecerse porque los resultados no llegan y lo que se había prometido, o en lo que se habían comprometido, no se ha cumplido al pie de la letra.

Lo cierto es que el América juega ofensivo como lo propuso Matosas desde el primer momento, pero no ha logrado convertir ese gol más que el rival como para conseguir los triunfos que necesitan para respaldar el formato de su futbol.

En total, las Águilas han realizado 50 disparos a la ofensiva aunque solamente 18 de estos han sido directamente a portería (o tiros a gol). Después de tres partidos, los azulcrema solo han podido marcar en el primer del Clausura cuando le metieron tres tantos al León en lo que parecía un buen inicio del “Matosismo”.

Pero después de esto, el equipo cayó en un desatino total sobre la meta rival y entre errores propios y aciertos de la defensiva de enfrente, se han frustrado con dos juegos sin poder anotar.

Las Águilas iniciaron la semana con regenerativo para quienes jugaron como titulares ante el Puebla y trabajo en espacios cortos para los que fueron suplentes. Estos últimos fueron quienes se llevaron el trabajo más pesado del día, en el que fue el inicio de la preparación para el duelo ante los Tigres de la jornada cuatro.

En este trabajo, los pendientes de Matosas se reducen a la contundencia y la suplencia de Pablo Aguilar, quien salió expulsado y no jugará ante los felinos. El uruguayo tendrá que mover algunas de sus piezas para poder generar el mismo futbol, anotar goles y no dejar espacios en su zona de seguridad.

En medio de estos dilemas tácticos que enfrenta el estratega americanista, está una mostrada necesidad por ocupar la quinta plaza de extranjero que tiene. Y aunque para muchos de los críticos, lo que necesita es un contención que ayude a Christian Pellerano, Matosas parece decantarse por un volante por derecha, Christian Tabó, quien milita en el Racing de Uruguay y podría ser el último en subirse al tren del América para el Clausura.

Después de lo ocurrido el sábado ante los poblanos, la insistencia de Matosas por traer a alguien más parece encontrar eco en la directiva, que estaría más cerca de darle es quinto extranjero a pesar de que en días pasados se pronunciaron en no hacerlo.