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Mira

15, septiembre 2020 - 18:31

┃ Javier Juárez

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FOTO CORTESÍA LIGA MX/IMAGO 7

De aullido a aullido, el de Leones Negros intimida más. Los Melenudos no fueron espectaculares, pero la efectividad los acompañó. El marcador frente a Coyotes fue amplio (3-1), sin embargo, la diferencia en el campo no fue tanta.

El estadio Tlahuicole tuvo vida luego de tres años, pero su rival no los iba a dejar celebrar ese regreso a La Cueva.
Leones Negros amedrentó pronto a Coyotes, el cuadro aurinegro estuvo encima. Los tiros a balón parado fueron el Talón de Aquiles de los tlaxcaltecas. Arturo Ortiz con un remate en el área abrió el marcador para los universitarios. El Palermo aprovechó las facilidades que ofreció el rival.

Ese tanto provocó que el juego se abriera. Paul Uscanga quiso guiar la remontada, pero no tuvo mucho acompañamiento.

La UdeG tuvo espacios para hacer más grande el daño, sin embargo, Octavio Paz sacó varios balones que llevaban fuego.

Hubo una tregua, pero de inmediato la batalla se reanudó. Los ánimos se calentaron a pesar de la lluvia que comenzó a caer, Raúl Ramírez y Diego Crosa se encararon, sin embargo, el árbitro calmó todo.
Con la misma fórmula a balón detenido, Tlaxcala igualó el juego, Brian López cabeceó perfecto.

El gusto le duró poco a Coyotes. Carlos Baltazar, de nuevo en una jugada de tiro libre, le metió la testa al balón y recuperó la ventaja para los Melenudos.

Tlaxcala se desordenó por ir al frente, Daniel Amador recién ingresado aprovechó los huecos que hubo y sentenció el juego.

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Hubo más emociones, pero los guardametas, Octavio Paz y Jorge Hernández se lucieron para impedir que el marcador tuviera modificaciones.

El final llegó. Coyotes perdió el invicto, amargo regreso al Tlahuicole.

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