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18, septiembre 2020 - 8:00

┃ Rubén Beristáin

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Las vidas de Ignacio Rivero y Guido Rodríguez son muy similares. Ambas carreras dentro del futbol han ido en plan ascendente y parece que el actual jugador de Cruz Azul sigue los pasos del argentino, un poco más lento, pero con ritmo de alcanzarlo en un futuro cercano. En 2016, tanto Nacho como Guido estuvieron juntos en el equipo Defensa y Justicia de la Liga Argentina. Fue en amistosos donde compartieron mediocampo, pero una rotura de ligamentos impidió a Rivero participar en el torneo local sudamericano.

“Conozco muy bien a Guido, es un grandísimo jugador, tuve la suerte de compartir vestuario con él, le aprendí mucho el tiempo que estuvimos juntos”, expresó en charla con el Diario de los Deportistas.

Cuando el charrúa se recuperó de su lesión volvió con un ánimo renovado, pero Rodríguez ya formaba parte de los Xolos de Tijuana en la Liga MX. El 2017 transcurrió, Rivero siguió en el club de la provincia de Buenos Aires y su excompañero llegó al América. Fue en ese momento cuando en la frontera buscaron su reemplazo e Ignacio fue la opción más idónea para el cuadro de Xolos, y fue precisamente Guido quien lo convenció de llegar a México. “Conocí al Club Tijuana por compañeros en Defensa, Guido fue uno, me comentó y habló muy bien de la institución”, reconoció el uruguayo.

El mediocampista hizo suyo el centro del campo fronterizo, mientras que en la capital, Rodríguez se coronaba con las Águilas, era catalogado como el mejor contención del futbol mexicano, lo que le dio para ser visto en Europa y llegar al Real Betis de España.

“Es un futbolista increíble, hoy está donde está porque se lo ha ganado, fue de menos a más, ojalá que sigamos sus pasos porque hizo las cosas muy bien”, expresó con entusiasmo.

Rivero estuvo cerca de ser nuevamente el reemplazo de Guido, ahora con los azulcremas, pero el destino lo llevó a La Máquina, otro de los clubes más importantes de nuestro balompié. Los pasos a seguir son muy claros, el ejemplo lo tuvo muy de cerca y ahora buscará cumplirlos a cabalidad.
“Es un gran desafío para mí. Me costó dejar un club que me brindó todo como Tijuana, pero esta oportunidad es única no la podía dejar pasar, no me arrepiento, estoy muy feliz aquí en Cruz Azul y pensar en positivo”, manifestó con alegría.

Pumas y Cruz Azul, líderes de papel

Con apenas dos meses en la Ciudad de México, el charrúa ya se empapó de la mística celeste y dentro de sus planes está en el horizonte un nuevo trofeo para Cruz Azul, ese mismo que se les ha negado por casi 23 años.

“Son muchos años de la institución por querer que esa estrella llegue, la gente lo desea, nosotros lo deseamos, pero no llegará sola, es un convencimiento, es un trabajo diario que a la larga traerá una recompensa y va a ser esa novena estrella que todos queremos“, anunció con gran seguridad.

Ignacio Rivero lleva la mitad de camino. Un título de Liga y ser considerado el mejor en su posición continúa en estatus de pendiente, así como dar el salto al Viejo Continente, situaciones que toma con calma. Las características las tiene, esas ganas que muestra en cada palabra por lograrlo, pueden ser suficientes para entrar en la historia cementera y escribir su nombre con letras de oro, al menos, ese es su objetivo.

 

Rivero sabe que no tiene su puesto asegurado

Ignacio Rivero no se vuela y muestra una gran madurez en cada una de sus palabras, el tono de experiencia es su toque personal.

Para el uruguayo fueron ocho largas jornadas, donde probó la amargura de la suplencia y tuvo que ver de lejos el buen paso de La Máquina. Actualmente vive una realidad distinta, las dos últimas jornadas, ante Pachuca y Xolos, arrancó ambos duelos y debido a su gran rendimiento, la afición cementera exigió su titularidad por lo que resta de torneo. A pesar de eso, y de mostrarse muy agradecido por ese apoyo de los suyos, Nacho sabe que no tiene su puesto asegurado dentro del 11 inicial del técnico Robert Dante Siboldi.

“Contento por ser titular y que la gente apoye eso, pero acá no importa quien juegue. Por encima de cualquier jugador está Cruz Azul, la institución está por encima de cualquier nombre. Palabras de agradecimiento para todos los aficionados por ese gran apoyo”, expresó a ESTO.

“Es una competencia interna, aquí nadie le gana nada a nadie. El técnico decide de acuerdo al partido y al rival quien está mejor para jugar. Aprendo mucho de Rafa, de Luis Romo, son jugadores increíbles, también lo he hecho de Yoshimar (Yotún), tienen un estilo muy bueno. Va a jugar el que esté mejor. El técnico es el que va a decidir quién es el que lo está, yo no puedo decir nada”, añadió de forma tajante.

En específico sobre Rafael Baca, Rivero explicó las virtudes del mediocampista mexicano, que lo ha llevado a ser un referente cementero por varios años. “Tiene buena lectura de juego, buen posicionamiento, siempre está bien parado, buena toma de decisiones siempre elige bien para dar un pase, un jugador muy completo”, aseveró.

Con gran sabiduría, pero con una esencia triunfadora es como tomó Rivero sus primeros pasos como jugador celeste. “El equipo ya venía jugando de tiempo atrás, era yo quien llegaba y quien se tenía que adaptar a la altura, al estilo de juego, a los compañeros, a lo que pretendía el técnico. Todo lleva un proceso, su tiempo, tenía muchas ganas de jugar, sabía que tenía que esperar el momento, ahora a disfrutar el momento”, indicó.

¿SU PLAN? QUEDARSE EN CRUZ AZUL

Ignacio Rivero está a préstamo en La Noria. Su carta pertenece a Xolos de Tijuana, quien lo espera de vuelta a mediados del 2021, pero el uruguayo tiene sus planes completamente definidos. Su futuro lo quiere en la capital y con La Máquina.
“Vine a préstamo por un año, pero mi idea es quedarme mucho tiempo aquí, ganar títulos, pero estoy tranquilo, eso vendrá de acuerdo a cómo vaya surgiendo todo. Hoy disfruto el momento, el estar aquí y soy muy feliz actualmente“, remató.