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Mira

27, septiembre 2020 - 22:45

┃ Rubén Beristáin

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Foto: Mexsport

Cruz Azul tuvo compañía en su camino al estadio

Lo único Clásico que pasó anoche en el estadio Azteca fueron las lesiones interminables en América. De ahí en más, no ocurrió otra cosa relevante y las ofensivas más poderosas del torneo brillaron por su ausencia.

Cómo ya es una costumbre en el Guard1anes 2020, ahora el denominado “Joven” fue el que decepcionó y quedó muy lejos de la expectativa. 0-0 final.

Cruz Azul no aprovechó las numerosas bajas de su rival, las Águilas al menos ya no perdieron ante La Máquina, pero ambos se quedaron con el sueño del liderato, que ahora ya ostenta La Fiera en solitario.

América comenzó el duelo con malas noticias. Las lesiones volvieron a aparecer en el Nido y la víctima en el calentamiento fue el portero Guillermo Ochoa. Óscar Jiménez, de forma inesperada y después de más de un año sin jugar, entró al quite por Memo.

La línea de cinco en la defensiva no cambió, incluso fue más necesaria ante la peligrosidad en la ofensiva cementera.

Los locales presentaron cuadro estelar con la inclusión de Orbelín Pineda, junto a Elías Hernández y al frente una de las mejores duplas conformadas por Santiago Giménez y Jonathan Rodríguez.

El triunfo de León, horas antes, obligó a ambos equipos a dar su mejor juego para no rezagarse entre los primeros puestos del certamen, pero tanto Cementeros como Águilas lo hicieron de forma intermitente.

América tuvo el liderazgo del juego, se vio mejor, mostró variantes y una mayor proyección ofensiva. Sebastián Córdova mostró su peligrosidad, pero el mal tino del joven a la hora del remate le impidió festejar. Giovani dio chispazos, aunque tampoco pudo.

Cruz Azul fue impreciso, le costó hilvanar pases de rutina y los jugadores cementeros entraron en desesperación. En el primer lapso no demostraron ser el líder, y tampoco le sacaron provecho a la otra lesión azulcrema de Sebastián Cáceres. Los celestes tuvieron un par de oportunidades, pero el portero Jiménez se lució, salvó su meta y le negó los tantos a Elías Hernández y Santi.

El partido se tornó soso, sin emociones, el descanso era más que necesario.

En el complemento, La Máquina inició con un chip renovado y quisieron imponer su localía administrativa. La presión fue cementera en su totalidad, lo que provocó una nueva lesión en las Águilas. Emanuel Aguilera se unió a Ochoa y Cáceres, y de nuevo llegó la improvisación del Piojo.

Ante esa situación, América se dedicó a resistir, no tuvo de otra, con todo y un cambio en su sistema y nuevos hombres, no preocupó a su rival. Cruz Azul fue superior en el último lapso, pero no materializó ninguna de sus opciones.

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