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8, octubre 2020 - 22:50

┃ José Ángel Rueda

Tampa Bay Buccaneers v Chicago Bears

La NFL tiene esas cosas, que los equipos terminar por perder en donde menos se los esperan. Los Bucaneros cayeron en Chicago por un ajustado 19-20 y la euforia de las últimas semanas se perdió en una nueva victoria de Nick Foles sobre Tom Brady.

A diferencia del partido pasado, a Tom Brady le costó sentirse cómodo en el emparrillado. Pese a que de último momento el receptor Mike Evans pudo jugar tras superar sus molestias en el tobillo, las bajas en su cuerpo de receptores pesaron en el juego del mariscal de campo, que nunca logró extender el campo y se vio limitado al momento de mover las cadenas. Fue de ayuda su corredor Ronald Jones, que por momentos logró encontrar las grietas en la frontal de Chicago.

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A pesar de todo, los Bucaneros lograron tomar una ventaja hasta cierto punto cómoda durante los dos primeros cuartos, luego de dos goles de campo de su pateador Ryan Succop y un pase de anotación de Brady que encontró las manos de Mike Evans en la zona prometida. Hasta ahí todo parecía dentro del guion.

Fue un balón suelto de Ke’Shawn Vaughn en la zona profunda de su propio campo lo que espabiló a los Osos, hasta el momento dormidos. Nick Foles logró hilar una serie exitosa y David Montgomery cobró factura en la zona roja con un acarreo de tres yardas a las diagonales. Ya al final del segundo cuarto, una vez más Chicago pegó fuerte para tomar la ventaja con una anotación del ala cerrada Jimmy Graham.

Con el marcador ajustado el partido se volvió rocoso, lleno de capturas e imprecisiones. Y como siempre ocurre cuando los encuentros están en esa frontera, son los pateadores los encargados de dictar sentencia. Ni Cairo Santos ni Ryan Succop fallaron, simplemente fue el pateador de Chicago quien tuvo la última oportunidad y no la desaprovechó, al hacer bueno su intento de 38 yardas.

En el afán de buscar algo más, cuando el guion establecía terminarse el reloj, los Osos buscaron por aire y le dejaron a Brady un último intento que murió en una cuarta oportunidad sin el favor del milagro.

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