Foto: AFP

Los Vaqueros de Dallas sacaron un triunfo con sabor amargo debido a la dura lesión que sufrió el mariscal de campo Dak Prescott, quien a la espera de que se haga oficial no volverá a jugar el resto de la temporada.

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Prescott, de 27 años, se lastimó cuando el #23 de Nueva York le cayó en su tobillo derecho dejándolo en el piso e inmediatamente encendió las alarmas en Dallas. El pasador no se levantó y se marchó del AT&T Stadium mordiendo una toalla y con lágrimas en los ojos. Posteriormente, la escuadra de la “estrella solitaria” selló su segundo triunfo del año por 37-34 sobre los Gigantes de Nueva York.

Ahora los pupilos de Mike McCarthy se ponen con marca de 2-3, en la cima de la débil división Este de la Conferencia Nacional, mientras que Nueva York sigue sin conocer la victoria en la actual temporada y cayó a 0-5.

Como ya viene siendo una costumbre, los Cowboys empezaron lentos, permitiendo que su oponente tomara ventaja de hasta 14 puntos en la primera mitad, pero no entraron en pánico, y todavía con Prescott en los controles dieron la voltereta. El pasador inclusive anotó un touchdown por medio de un envío de 11 yardas cortesía de Cedrick Wilson.

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Ya en el complemento llegó la jugada que marcará la temporada de Dallas. Prescott fuera y entró Andy Dalton. El ex jugador de Cincinnati es considerado como el mejor suplente de la liga y lo demostró en los últimos minutos. Si bien perdió el ovoide en una ocasión, Dalton respondió en la serie ganadora con dos envíos larguísimos en dirección de Michael Gallupp. Al final fue Greg Zuerlein quien amarró el triunfo con un gol de campo con el reloj en ceros.

Los Gigantes plantaron más pelea de la esperada, en gran parte gracias al plan de juego que montó su Coordinador Ofensivo Jason Garrett, el head coach de Dallas hasta hace unos meses. Daniel Jones se fue con 222 yardas aéreas, sin anotaciones ni intercepciones, mientras que por la vía terrestre tanto Devonta Freeman como Evan Engram ingresaron a la zona prometida en una ocasión.