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Mira

17, octubre 2020 - 23:06

┃ Rubén Beristáin

tigres

 

 Cruz Azul escogió el peor momento del Guard1anes 2020 para perder la cabeza y su gran cuota goleadora. Si Jonathan Rodríguez no aparece en el marcador, no hay nadie más que lo haga. La Máquina fue exhibida por unos Tigres nada espectaculares, pero bastante efectivos con tres llegadas y dos anotaciones en el Coloso De Santa Úrsula. 0-2 final.

La Máquina rompió su larga marca sin perder como local, no ha marcado en 282 minutos y suma tres partidos sin ganar. Pumas y América lo pueden bajar a quinto general, y le resta un cierre complicado ante Chivas, Monterrey y los propios felinos de la UNAM. El panorama ya no luce tan sencillo para los cementeros.

El Covid-19 hizo de las suyas y ambos equipos tuvo tres bajas por la enfermedad. En Cruz Azul no lo sufrieron tanto, ya que los contagiados fueron Misael Domínguez, Alexis Gutiérrez y Alex Castro, suplentes recurrentes del técnico Robert Dante Siboldi. Ante la peligrosidad de su rival norteño, el uruguayo sorprendió con tres mediocampistas de inicio, con el regreso de Luis Romo, y sólo un delantero en la figura de Jonathan Rodríguez. El joven Josué Reyes tuvo que ser arropado, y Pablo Aguilar esperó en el banquillo, pero ya listo para tener minutos.

Por el lado visitante, las ausencias pesaron más. Hugo Ayala, Carlos Salcedo y Julián Quiñones no estuvieron en la capital. Fue así como Diego Reyes ocupó un lugar en la defensa, Guido Pizarro tomó el rol de libero entre los centrales y Nicolás López tuvo oportunidad de arranque junto a Leonardo Fernández y André-Pierre Gignac, un cuadro ofensivo, al menos en el papel, pero en la realidad fueron unos fantasmas dentro de la grama del Azteca.

Los cementeros con nueva vestimenta en negro y con vivos en rosa, en apoyo a la campaña contra el cáncer de mama, de inmediato metieron presión y tomaron el control del juego. Mucha llegada y presencia ofensiva, pero nula certeza. Jonathan Rodríguez lo intentó en un trío de ocasiones, pero fue bien custodiado por la zaga felina. Cuando logró romperla, se encontró con un sublime Nahuel Guzmán. El portero argentino demostró su gran nivel y fue imbatible. Los intentos fueron variados. Juan Escobar por el costado derecho, Orbelín Pineda del otro lado y Julio César Domínguez con un remate de cabeza, ninguno pudo festejar. La diferencia la hizo el famoso Patón.

Los felinos no se sintieron cómodos en la capital y sufrieron. La calentura y el recuerdo hostil de las semifinales en la Copa GNP estuvo presente en el Coloso de Santa Úrsula, pero no pasó a mayores ningún conato.
Tigres tardó, pero reaccionó poco a poco. Guido Pizarro sufrió una molestia y no pudo seguir. Ese cambio por Jordan Sierra fue benéfico, Tuca cambió su parado táctico y equilibró el duelo, pero a partir de ahí, las acciones cayeron en un bache, las emociones desaparecieron. Los visitantes dispararon una sola ocasión al marco, el francés Gignac lo hizo de media chilena, pero Jesús Corona, como un desconocido en el campo, la controló sin problemas.

El complemento mejoró. La presión celeste tuvo su recompensa casi de inmediato y un error de Guzmán, fue catalogado por el árbitro central como agresión y tiro penalti. No fue de primera instancia, tuvieron que pasar dos minutos para que Eduardo Galván fuera llamado a revisar las pantallas del VAR y decretara la falta del cancerbero universitario. Nahuel hizo su juego mental, manoteó, gritó, reclamó y distrajo a Cabecita. El delantero local cayó y su disparo desde los once pasos salió por un costado.

Fue así como los visitantes despertaron de su largo letargo. La falla de Rodríguez les dio un ánimo renovado y mostraron una nueva cara en el Coloso, la que habían acostumbrado a lo largo del torneo. Nicolás López avisó de lejos, Chuy Corona mostró sus dotes y reflejos, y contuvo el peligro. Pero en la segunda ya no pudo. Una exquisita combinación entre el chileno Eduardo Vargas y Nico, rompió la paridad con demasiado diente afilado de los felinos.

El segundo no tardó, ahora fue con sabor francés. André Gignac se encontró un balón a modo y fiel a su costumbre no falló. El atacante festejó su décimo tanto del torneo y el triunfo de sus Tigres, quienes cierran el torneo con mucha garra, mientras que Cruz Azul va en caída libre y le esperan semanas complicadas rumbo a la fiesta grande.

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Cabecita Rodríguez falla penal contra Tigres

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