Que un carro se haya construido hace 86 años no significa nada en la Carrera Panamericana. El Studebaker 1934 de Gilberto Jiménez es el carro más vetusto de la competición, pero antes de sentirse lento o incluso incapaz de competir, el piloto mexicano confesó a ESTO que tiene la ambición de llevarse su categoría en la Pana.

“Es un Studebaker 1934, hay cinco en el mundo y este es uno de ellos, es el único que está adecuado para competencia, lo tenía un amigo mío y se lo compré”, inició orgulloso.

La historia de su auto tiene, como los años de construido, mucha pista recorrida. “Al carro lo construyó Frank Oliveto en California. Lo que hicimos fue conocerlo, porque este carro ya corrió la Panamericana, hace dos años, lo vi y me encantó. Me lo compré y lo traje, llegó un día antes de que esto arrancara, me siento orgulloso de lo que estamos haciendo”, continuó.

Con el pecho erguido, recalcó que, pese a la edad de su vehículo, jamás se ha sentido en inferioridad. “Mi carrito es el más viejito de la Panamericana. Ha llamado mucho la atención la carchachita, ha jalado muy bien, no es estrictamente veloz, ni de mucha exigencia o carreras, pero jala bien, muy bien, tiene un motor V8302 Chevrolet con 400 caballos de fuerza, más o menos y con eso tenemos para pelear”, aceptó.

El Stude es un debut en sus manos. “Es lo que te cuento, lo particular del carro que traemos, además de un desempeño magnífico, es que lo estamos estrenando prácticamente en esta carrera en nuestras manos, la verdad que muy contento”, dijo.

Y pese a que es segundo sitio en la categoría Sport Mayor, confirmó que si no logra el título en esta carrera, volverá para el siguiente año. “El carrito viene con ilusión como yo, está haciendo bien su competencia la cucarachilla viejita, viene jalando con gran capacidad, me siento muy contento y si no es este año, seguramente vendrá el próximo año”.

Se mostró triste por el hecho de que no haya gente, ni recibimientos como en anteriores ocasiones. “En definitiva la carrera es muy distinta a las Panamericanas que estamos acostumbrados. El espíritu de la Pana es ese, la gente, la llega a a la Alameda en la Ciudad de México, lo que sucede en Morelia en la catedral, en fin, son cosas que se extrañan, lo bueno es que la carrera se pudo realizar, creo que es lo bueno”, mencionó.

Aunque aplaudió a los organizadores y las medidas que se han tomado. “Esta es mi sexta Panamericana y es por el Covid que ahora se tienen todas estas medidas, seguimos los protocolos, la verdad la carrera está muy bien, no vinieron muchos competidores, pero la calidad siempre es buena. La organización se merece mis respetos y aplausos, este año está el problema del Covid-19, éramos entre 80, 90 o 100 tripulaciones y en esta ocasión somos mucho menos, no tengo duda de que la carrera se repondrá y volveremos más fuerte en la próxima”, sentenció al Diario de los Deportistas.

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