POR GILDARDO FIGUEROA
ENVIADO ESPECIAL

GLENDALE, Arizona.- El Súper Bowl es el evento deportivo más importante del año en Estados Unidos, hecho que provoca un negocio redondo para todas las partes involucradas y una gran derrama económica para la ciudad sede.
Arizona ha sido anfitriona del gran juego de la NFL en tres ocasiones (1996, 2008, 2015), situación que los coloca en tercer lugar histórico, empatado con Tampa y Pasadena, por detrás de Nueva Orleáns y Miami.
Se calcula que el SB logra ganancias de más de 500 millones de dólares.
El costo por un boleto al partido entre Halcones Marinos de Seattle y Patriotas de Nueva Inglaterra costó desde 1,850 hasta los 25 mil dólares, 17% más caro que en la edición anterior.
Los medios de comunicación también tienen su tajada y la publicidad tendrá que pagar por 30 segundos en el Súper Bowl XLIX, 4.5 millones de dólares.
El primer domingo de febrero es el segundo día del año en Estados Unidos que más comida se compra, sólo por detrás del “Día de Acción de Gracias”.
El Aeropuerto SKY Harbor de Phoenix recibirá 5,300 vuelos gracias al partido, y la ciudad fronteriza necesitó de diez mil voluntarios para llevar a cabo la edición “49” del Súper Tazón.

BRADY, DISMINUIDO
El mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Tom Brady, estuvo alejado del entrenamiento matutino tras haber sufrido los síntomas de un resfriado, que como indicó en su conferencia, “ya lo traía desde Boston”.
“Mis hijos estaban resfriados, mi esposa está en cama en estos momentos, y yo caí con los síntomas anoche”, agregó Brady, quien por la tarde se vio afinado y con muy buena puntería, según los reportes de la Asociación de Periodistas de Fútbol Americano.
“Estuvo en todas las jugadas del entrenamiento”, dijo Belichick.