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26, octubre 2020 - 11:33

┃ AFP

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Una campaña de Marcus Rashford, delantero del Manchester United, para alimentar a los niños más pobres de Inglaterra durante las vacaciones escolares se transformó en una suerte de partido de fútbol político que sacude al gobierno conservador británico en plena pandemia de coronavirus.

“Lo que está haciendo Marcus Rashford es fantástico. Él ha vivido lo que es ser niño y tener hambre“, dice a la AFP Andrew Tranter, responsable de un banco de alimentos en la ciudad de Watford que se sumó a la campaña del futbolista. 

El llamamiento de la estrella del Manchester United para alimentar gratuitamente a más de un millón de niños de familias desfavorecidas durante las vacaciones escolares ha tenido una respuesta considerable en el Reino Unido, pero sin convencer al gobierno conservador de Boris Johnson.

País más castigado de Europa por la pandemia, con casi 45 mil muertos por Covid-19, el Reino Unido se ve ahora confrontado a las repercusiones económicas y a una segunda ola de contagios especialmente fuerte en el norte de Inglaterra, zona desfavorecida donde nació y juega el delantero de 22 años.

La red Trussell Trust, que engloba a mil 200 bancos de alimentos, espera entregar 846 mil paquetes en el cuarto trimestre, un aumento del 61% respecto al año pasado. 

“Tenemos personas que tenían muy buenos trabajos, que siempre pudieron mantener a sus familias y nunca tuvieron que pedir ayuda“, explica Tranter, apoyándose en estantes llenos de latas, pasta y pañales para bebés.

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El balón en el campo conservador

Pese a todo a Rashford le cuesta convencer al Partido Conservador de Johnson, que votó contra una propuesta de la oposición laborista de ofrecer comidas gratuitas a los niños desfavorecidos durante una semana de vacaciones en octubre.

“No es política, es mostrar humanidad”, afirmó el joven delantero en Twitter, donde tiene 3,7 millones de seguidores.

Durante el verano, Rashford ya había hecho retroceder al gobierno obligándolo a extender un programa de vales para alimentos establecido durante el cierre de las escuelas por el confinamiento. 

Desde entonces, el futbolista fue nombrado Miembro de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II. 

Pero pese a elogiar la “formidable” labor del futbolista, Johnson no cede, recordando que su gobierno ya aumentó las prestaciones sociales para las familias: “No queremos ver a niños pasar hambre este invierno, en Navidad, y menos aún por la desatención del gobierno”, se limitó a decir el lunes.

Unos 1.3 millones de niños en Inglaterra reciben comidas escolares gratuitas, según las últimas cifras oficiales. 

Julie McCulloch, de la asociación de directores de escuela, asegura que los colegios hacen lo que pueden para alimentar a los niños durante las vacaciones, pero que están limitados por presupuestos muy ajustados.

“Vemos el impacto de la pobreza en los alumnos y hay ejemplos desgarradores de lo que muchos de ellos están pasando en este momento”, explica a la AFP. “Puede ser que la única comida real que tomen sea el almuerzo que comen en la escuela”. 

Algunos diputados conservadores se sorprendieron por la firmeza del ejecutivo de Londres, a diferencia de los gobiernos regionales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte que entregaron vales de comidas durante las vacaciones. 

La situación en Inglaterra ha provocado una ola de apoyo a la campaña de Rashford por parte de municipios, escuelas y empresas, incluida la plataforma de entrega de comidas Deliveroo y la cadena de supermercados Waitrose, que se ha ofrecido a ayudar a proporcionar comidas gratuitas a los niños esta semana.

Los clubes de fútbol ingleses y sus seguidores también han hecho importantes donaciones a los bancos de alimentos. Los pubs y las organizaciones deportivas se han movilizado para alimentar a los niños en sus barrios.

“La idea de que los niños pasen hambre esta semana y tal vez en Navidad nos impedía quedarnos de brazos cruzados”, afirma Dom Palacio, gerente del Club de Rugby de Richmond en las afueras de Londres, que pide al gobierno que revoque su decisión.

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