FOTO NFL 

Consciente de la situación que se vive con el Covid-19, la NFL ha comenzado a replantear sus escenarios de cara al cierre de la temporada. Uno de los puntos en constante análisis es el Super Bowl LV, a disputarse en Tampa Bay el próximo 7 de febrero. Según múltiples reportes, ante la imposibilidad de llevar a cabo el evento con normalidad, la Liga valora la opción de permitir el 20 por ciento de la capacidad del estadio Raymond James.

De acuerdo con lo publicado por el reportero de ESPN Adam Schefter, la NFL tiene pensado permitir el acceso a poco más de 13 mil espectadores para el gran partido, considerando que la capacidad del estadio de los Bucaneros es de 65 mil 618. Como ya es costumbre, cada aficionado deberá portar cubrebocas y respetar la distancia social que establecen los protocolos sanitarios.

A lo largo de la temporada, la NFL ha realizado diversos procedimientos para mitigar el impacto de la pandemia. En cuanto a la afición en los estadios se refiere, cada equipo, en coordinación con las autoridades estatales, determina el número de espectadores que pueden ingresar a sus inmuebles. Estadios como los recién inaugurados SoFi Stadium y el Allegiant Stadium de Las Vegas aún no han podido abrir sus puertas a sus ansioso espectadores.

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Pese a que en un principio se consideró el escenario de retrasar algunas semanas el Super Bowl LV, de momento  no es una opción en las oficinas de la NFL. En todo caso, los futuros movimientos en el calendario generados por la pandemia determinarán las acciones a seguir y si es necesario añadir una semana extra para disputar los partidos pendientes.

Hasta el momento, sólo un partido tuvo que ser aplazado debido a los múltiples casos registrados en los Titanes, sin embargo, la NFL movió las semanas de descanso de Tennessee y los Acereros para justar el movimiento.

Más allá de las expectativas, la cambiante situación del Covid-19 en el mundo es analizada día con día en las oficinas de la NFL, con la intención de tomar decisiones que no pongan en riesgo la salud de los involucrados. Más allá de que la intención es que haya público en el partido más importante de la temporada, la opción de jugar a puerta cerrada no se descarta. Así lo marcan los tiempos.

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