FOTOS LUIS GARDUÑO

Con los más altos protocolos de sanidad se llevará a cabo del 12 noviembre y hasta el próximo 12 de diciembre, la disputa del torneo de beisbol llamado Copa Juntos por México, en el estadio Alfredo Harp Helú de la CDMX, donde cuatro equipos integrados por jugadores de Guerreros de Oaxaca y Diablos Rojos del México, literalmente se moverán dentro de una fortaleza de medidas que evite un posible contagio de Covid-19, de acuerdo a lo que se constató durante el recorrido que ESTO llevó a cabo y donde quedó de manifiesto el alto grado de protección que los organizadores se han preocupado por brindar a todo aquél que deba estar presente en las instalaciones.

El director general del estadio, Francisco Ramos; la directora de operación y de movimiento Alicia Andonegui; y el director de infraestructura, Ulises Morales, explicaron con lujo de detalle, cómo se realizarán los flujos de movimiento tanto de jugadores, cuánto personal trabajará en el lugar (quienes en ningún momento se cruzarán entre sí), para que este ciclo beisbolero pueda ser posible.

Por principio la superficie quedó dividida en cuatro zonas, de acuerdo a su función. Se limpió y desinfectó 8 mil metros cuadrados. La sanitización se realizó con los productos llamados Killer One y Pureti, que contienen óxido de titanio, que se activa con la luz solar, en exteriores y con ultravioleta, en interiores, lo cual permite que las superficies no se contaminen con el virus durante un mínimo de seis meses y un máximo de un año.

Cada persona que entra al estadio debe pasar por puesto de control de medidas específico, donde por medio de un Código QR que se debe escanear en el celular, contesta un cuestionario individual de salud, para que luego se le tome la temperatura, la oxigenación y la presión. El uso de cubrebocas es obligatorio, así como el respeto a la sana distancia y el uso de gel de manera continua.

Los jugadores deberán arribar del hotel-burbuja en un autobús sanitizado, pasar por el filtro sanitario exprofeso para ellos. No podrá usar la ducha, sino que regresará a asearse al hotel. Durante los entrenamientos y las prácticas, en el gym de cardio y en el de fuerza se limitará el acceso a cinco personas en el primero y nueve en el otro, que cuenta con mayor capacidad, con un tiempo de estancia no mayor a 40 minutos. La zona de recuperación física, donde hay camastros de masajes y tinas de agua a presión caliente y fría, también redujo significativamente el cupo al mínimo permitido por las autoridades. En lugares visibles se encuentran colocados los reglamentos especificados para cada área.

En las bancas, el bullpen y la zona para equipo técnico, quedaron delimitados los espacios y las butacas de acuerdo a la norma de sana distancia, incluso habrá otra zona en la zona de tribunas, donde podrán estar ubicados los jugadores, mientras no sean requeridos en el campo. Lo mismo ocurre en la zona de scouts, con señalización en español y en inglés. También los estacionamientos han sido divididos cuidosamente. Todo ello, en el marco de la buena voluntad que existe para que en México se pueda volver a jugar béisbol. Cabe señalar que los 54 juegos programados ( a doble jornada por día) no contarán con público, es decir, serán a puerta cerrada, únicamente con transmisión por tv y por redes sociales del club.

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