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5, noviembre 2020 - 8:00

┃ José Luis Camarillo

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En siglos diferentes, surgieron dos verdaderos gigantes, capaces de conquistar tronos mundiales de boxeo pese a que su corpulencia no les permitía desarrollar la técnica ni la velocidad deseadas. Su presencia transportaba al público a niveles de fantasía.

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El ruso Nikolai Valuev, entre 2005 y 2009, y el italiano Primo Carnera, entre 1933 y 1934, se instalaron en la cima más alta a que pugilista alguno pueda aspirar.

Valuev, apodado “Gigante Ruso” o “Bestia del Este”, mantiene el récord de mayor estatura para un monarca de la categoría máxima, con 2.13 de estatura y las 318 libras (144.372 kilogramos) que marcó para su segunda contienda contra el estadounidense de origen boricua John Ruiz, al que venció en su revancha por el cetro de la división de los mastodontes de la WBA, en agosto de 2008. Valuev había destronado a Ruiz tres años antes. 

Nikolai perdió solamente dos veces, por puntos, al estar el resultado en manos de los jueces, pero nunca fue derribado. No había poder humano capaz de ponerlo en la lona.

Para dar una idea de las dimensiones de Valuev, el mexicano Andy Ruiz (1.88 metros), con todo y el sobrepeso reflejado en su rollizo cuerpo para la revancha contra Anthony Joshua, la cual perdió, registró 283 libras (128 kg), lejos de la marca del ruso.

Primo Carnera, un inmigrante italiano en la Unión Americana, al que algunos periodistas le llamaban “Montaña Errante” o “Mamut”, forma parte del Salón de la Fama del Boxeo Internacional (IBHOF), en Canastota, Nueva York. Su puño y pie derechos (réplicas en metal) son exhibidos por implantar marcas en tamaño.

La pobreza extrema obligó a Carnera a mudarse, a inicios de su adolescencia, a la casa de un familiar en Le Mans, Francia, donde encontró trabajo en un circo, como “hombre fuerte”. En los recorridos de la caravana aceptaba los retos de la gente para tratar de vencerlo en combate. Así, fue descubierto para el boxeo y… por la mafia. 

Se afirma que su primer pleito fue “comprado” y fue el de su debut en París, en septiembre de 1928, que ganó en dos asaltos contra Leon Sebilo. De esa forma, hiló una serie de triunfos e hizo incursiones en Italia, Alemania, España y el Reino Unido, para quedar con marca de 16-2 y entonces fue llevado a Estados Unidos, donde solamente durante 1930 obtuvo 23 victorias consecutivas, para convertirse en un gran atractivo para el público.

Ítalo, protegido de “la mafia”

Según las publicaciones de su época, Primo Carnera, nacido en Sequals, Italia, el 25 de octubre de 1906, fue protegido por “la mafia” y el éxito logrado en su carrera descansó en “peleas arregladas”. Eso no impidió que la mayoría de sus combates fueran considerados legales.

Bajo la sombra de la sospecha de que era dirigido desde los bajos fondos, el 29 de junio de 1933, Carnera destronó a Jack Sharkey en el Madison Square Garden de Nueva York.

A Carnera, el que se encargó de destronarlo fue Max Baer, dueño de un cuerpo atlético y dotado de una pegada poderosa, que derribó 12 veces al coloso italiano. Por cierto, Baer sería destronado por James Braddock, el famoso Hombre Cenicienta.

Léon See, el primer mánager de Primo, en Francia, escribió en sus memorias que la mayoría de las peleas del grandote europeo hasta alcanzar el título mundial, fueron arreglados. De lo que no queda duda es que su duelo contra Ernie Schaaf fue “en serio”, porque el citado peleador falleció luego del nocaut que Carnera le propinó, aunque se habló de que Schaaf llegó a esa cita ya lastimado seriamente por el duro castigo recibido ante Max Baer (agosto de 1932).

Cuando las cosas no se hacen de la mejor manera, no puede esperarse un final feliz. Con sus facultades boxísticas en declive y abandonado por la mafia, Carnera cayó en problemas económicos y en 1946 incursionó en la lucha libre, con éxito, con presentaciones en varios países. Se afirma que murió de cirrosis a causa de su alcoholismo y murió el 29 de junio de 1967, en la misma fecha, pero 34 años después, de su coronación como soberano del mundo en boxeo.

 

Alí: habilidad sobre fuerza

Muhammad Alí es uno de los ejemplos más vistosos de que la habilidad y la inteligencia saldrán adelante contra la fuerza física o el mayor poder de puños de un contricante.

Alí echó por tierra los vaticinios de que caería demolido bajo los puños de George Foreman, apodado “Big George” por razones naturales, al ejecutar una estrategia perfecta que consistió en combatir recargado sobre las cuerdas la mayor parte de la pelea hasta crear una especie de telaraña en la que envolvió todo el arsenal de su enemigo con el fin de debilitarlo y “ponerlo a punto” para el espectacular nocaut que le aplicó en ocho episodios, el 30 de octubre de 1974 en Kinshasa, en la entonces Zaire.

Los videos muestran el asombroso derrumbe del gigante Foreman, quien había despedazado al mítico Joe Frazier para arrebatarle el trono universal de los pesados.

El tiempo se encargó de magnificar la figura de Alí, ya que Foreman tuvo uno de los regresos más resonantes en la historia del pugilismo. Permanece en el recuerdo y quedará para la eternidad el derechazo con el que “Big George” noqueó a su compatriota zurdo Michael Moorer para volver a proclamarse rey de los pesados (WBA/IBF), el 5 de noviembre de 1994, a los 45 años y 10 meses de edad.

 

Chagaev neutralizó estatura 

El uzbeko Ruslan “White TysonChagaev, de 1.85 metros, le arrebató lo invicto y el trono mundial completo de la WBA a Nikolai Valuev mediante un apretado fallo mayoritario, el 14 de abril de 2007 en Sttugart, Alemania, aunque podría pensarse que el veredicto favoreció a Chagaev por su condición de residente en Alemania.

Ruslan obtuvo el pase a la oportunidad contra Valuev al superar también con un fallo muy ajustado y dividido a John Ruiz (1.88 metros), el 18 de noviembre de 2006 en el suelo germano de Duesseldorf. Ruiz es enemigo común de Chagaev y Valuev, al que éste destronó en 2005, por decisión mayoritaria.

 

Montaña humana “noqueó” a Wepner

André el Gigante ligó su nombre al de boxeadores famosos, como el de Chuck Wepner, quien desafió infructuosamente a Muhammad Alí por el campeonato universal de peso completo. Wepner, apodado el “Sangrante de Bayonne”, mismo que inspiró a Sylvester Stallone para la película Rocky que dio inicio a una serie de seis cintas sobre el mismo personaje, se enfrentó al luchador francés de tamaño descomunal en “una pelea” que terminó como se temía, con Wepner derribado y luego arrojado fuera del cuadrilátero.

Ese anticipadamente desigual encuentro entre André, quien padecía gigantismo, y Wepner, tuvo efecto el 25 de junio de 1976 en el Shea Stadium de Nueva York. Supuestamente se trató de un duelo de reglas mixtas.

 

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