8, noviembre 2020 - 15:48
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Foto: AFP
O Russell Wilson juega en un nivel superlativo o los Halcones Marinos están destinados a perder los juegos ante rivales con aspiraciones de playoffs.
El estelar quarterback entregó el ovoide en dos oportunidades y la defensiva de Seattle fue incapaz de detener a Josh Allen para evitar el triunfo de los Bills por 44-34, que se afianzan en el liderato de la división Este de la Conferencia Americana.
Seattle, que llegaba como el líder de la NFC, tropezó apenas por segunda ocasión en el año al ponerse con marca de 6-2.
EL JUEGO
En Buffalo tenían claro que sus aspiraciones pasaban por mantener a Wilson el mayor tiempo fuera del emparrillado y el plan les funcionó a la perfección.
Desde la patada inicial impusieron condiciones y sacaron ventaja de 14 puntos gracias a dos touchdowns por la vía aérea de Allen para Isaiah McKenzie y Tyler Kroft. Con la ventaja en el marcador, la defensiva empezó a presionar una y otra vez al pasador rival provocando que uno de los jugadores más explosivos de la liga apenas contabilizara un envío de TD durante la primera mitad.
Si bien en el complemento Pete Carroll empezó a darle más juego al corredor suplente DeeJay Dallas, su defensiva no encontró respuestas ante un Josh Allen que inclusive se registró en el marcador con un acarreo hasta la zona prometida.
Los Halcones Marinos lograron acercarse a una anotación sobre la parte final, pero una vez más la presión sobre Wilson esfumó sus opciones al ser interceptado en su propio campo para que Buffalo se asegurara una victoria importante para mantener su posición en la cima de su división.
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Allen completó 31 de sus 38 lanzamientos para 415 yardas y tres TD, ganándole la partida al campeón del Super Bowl XLVIII que acabó con 390 yardas, dos touchdowns y dos intercepciones.
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