19, noviembre 2020 - 23:12
Seattle
Con el recuerdo de la última jugada en contra de los Bills, Kyler Murray se ganó el derecho de soñar con otro milagro. Los Cardenales llegaron a la última serie ofensiva con la obligación de anotar para forzar el empate ante los Halcones Marinos, sin embargo, esta vez no tuvieron la gracia de la buena fortuna, y el duelo terminó con una captura de mariscal de campo que certificó el 28-21 a favor de Seattle.
A diferencia de aquel partido de la Semana 7 en el que ambos ataques superaron con creces la resistencia impuesta por las defensivas, el duelo de anoche dibujó un partido un tanto más peleado en las trincheras.
Más allá de todo, lo único cierto es que aún en esas circunstancias a menudo Russell Wilson encuentra la forma de ser ese quarterback capaz de inventarse soluciones y después de dos partidos plagados de dudas volvió a conectar con sus receptores. La noche terminó con dos pases de anotación, uno para cada uno de sus receptores favoritos. El primero llegó con el potente DK Metcalf, y el segundo con el versátil Tyler Lockett, que fungió como el líder en yardas, al sumar 67 en nueve recepciones.
Los Halcones Marinos mejoraron con el regreso del corredor Carlos Hyde, quien superó sus molestias y lideró el ataque terrestre con 74 yardas y una anotación. La victoria pone provisionalmente a Seattle como líder de la División con una marca de 7-3, sin embargo, aún deberán esperar a ver lo que puedan hacer los Carneros ante Tampa Bay.
Arizona, por su parte, no pudo desarrollar el juego de siempre. Una de las claves es la poca movilidad que mostró su mariscal de campo Kyler Murray, quien finalizó el partido con apenas 15 yardas terrestres y por segunda vez en la temporada se fue sin anotar mediante una carrera.
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Pese a todo, Murray registró dos pases de anotación que le permitieron a los Cardenales luchar hasta el final. Fueron el ala cerrada Dan Arnold y el corredor Chase Edmonds los objetivos en la zona prometida, aunque su receptor favorito a lo largo de la noche fue el veterano Larry Fitzgerald, quien finalizó con 62 yardas en ocho recepciones. Por tierra, el corredor Kenyan Drake no pudo superar nunca a los frontales de Seattle, que lo contuvieron a tan sólo 29 yardas y un touchdown con un acarreo de dos yardas en el arranque del segundo cuarto.
