Foto: Mexsport

El Clausura 2009 fue uno de esos torneos atípicos. El descenso de Necaxa, el sotanero Cruz Azul y la clasificación del doceavo clasificado solamente engalanaron un torneo que terminó por pintarse a auriazul.

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El torneo regular, con grupos, fue disparejo en todo sentido. En el sector uno, Pachuca, líder general y portador de uno de los mejores equipos de la Liga, terminó 10 puntos por encima de su perseguidor, Monterrey, que junto al Puebla y los Indios de Ciudad Juárez, se metieron a la fiesta y con Santos y Atlante eliminados. En el segundo sector, los Pumas, con una camada joven liderada por Pablo Barrera, se metieron como primeros junto a los Tecos, segundos, América, Morelia, Guadalajara y Cruz Azul brillaron por su ausencia en la Liguilla. El último grupo fue liderado por el Toluca, de gran campaña al igual que los Tuzos, y en segundo quedó Chiapas, que hizo menos puntos que Santos, América, Morelia y Guadalajara, pero que igual le valió para meterse por el formato del torneo.

La Liguilla estuvo llena de sorpresas. Si bien Pachuca no tuvo problemas para echar a Chiapas con un marcador global de 5-1; el que se fue a su casa temprano fue el Toluca, segundo de la general.  Los Diablos cayeron en Ciudad Juárez con gol de Manuel Tripa Pérez y en el Infierno no pudieron ante el aguerrido equipo de los Indios.

En las otras llaves, Pumas sufrió con los Tecos. La UAG se llevó la ida por 2-0, pero el empuje y la mística de los auriazules, les permitió remontar en Ciudad Universitaria para dejar el global 3-2.

La otra sorpresa la dio el Puebla. La Franja derrotó al Monterrey en el Cuauhtémoc por 3-1 y en el Tecnológico de Monterrey sacó un empate a dos anotaciones.

En semifinales, Pachuca saltó como el máximo favorito, incluso, los Tuzos ganaron 0-2 en el Olímpico Benito Juárez gracias a las dianas del Chaco Giménez y un jovencito Luis Chapo Montes. La vuelta no fue lo esperado para los albiazules. Si bien el Chema Cárdenas lo adelantó en el marcador, la reacción del cuadro fronterizo fue de antología. Edwin Santibañez, el uruguayo Juan Pablo Rodríguez y el argentino Ezequiel Maggiolo igualaron la contienda; cerca del final, el panameño Blas Pérez le dio el pase a la final a los pachuqueños.

Pumas la tuvo igual o hasta más complicada. Los felinos rugieron en el Cuauhtémoc por 1-2. La Rata Bravo y Marco Antonio Pikolín Palacios hicieron que el gol de Alejandro Acosta sirviera de poco.

Ciudad Universitaria estaba lista para decretar el pase, pero La Franja vendió muy cara su eliminación. Desde el punto penalti, Sergio el Cherokee Pérez igualó la contienda en el global, y por si fuera poco, el veterano Daniel Osorno le dio la ventaja a los camoteros. Pumas probó con todas sus armas. Juan Francisco Palencia, Dante López, Pablito Barrera y Martín Bravo no pudieron hacerle daño a un Puebla que ya se sentía en la final. En el último minuto, el gran líder de la defensa auriazul apareció. En un centro a segundo palo, Darío Verón remató de cabeza para darle el pase a la UNAM a una nueva definición por el trofeo.

Ricardo Ferretti tenía una base clara. Sergio Bernal, Darío Verón, Israel Castro y Dante López redondeaban el trabajo de juveniles como el Pikolín Palacios, Efraín Velarde, Jehu Chiapas, Efraín Juárez y la novedad de la ida, David Toledo.

Enfrente, Pachuca confió en sus fuerzas básicas. Enrique Meza, alineó a Paúl Aguilar, Marco Iván Pérez, Carlos Gerardo Rodríguez, Jaime Correa y el Gringo Francisco Torres como titulares, aunque fueron sus extranjeros los que hacían a los Tuzos el amplio favorito, pues Miguel Calero, Javier Muñoz Mustafá, Damián Álvarez, pero sobre todo el Chaco Christian Giménez, hicieron un torneo de maravilla.

Los Tuzos iniciaron de maravilla. Ulises Mendivil casi hace pagar un error defensivo, pero Bernal y Verón se revolvieron para evitar la caída de su marco. Fue a la mitad del primer lapso que Palencia cedió para Toledo. El juvenil entró por la banda y sacó un disparo que Calero tapó, en el rebote, Dante López tomó el balón y lo mandó al fondo de la red. El juego de ida entregó más emociones, pero no goles.

La vuelta fue en el Hidalgo el 31 de mayo del 2009. Pumas se metió sin miedo al ojo del Huracán ante un Pachuca que recuperó a Gabriel Caballero para la vuelta de la final, además de que volvieron a confiar en el Chapito Montes y en Blas Pérez.

Fiel a su estilo, el Tuca no le movió a su equipo y Meza lo estudió de tal forma que se fue rápido al frente en el marcador. Efraín Juárez recargó al Súper Ratón Pérez en el área y Paúl Delgadillo marcó penalti. Desde los 11 pasos, el Chaco Giménez venció al veterano Sergio Bernal con un tiro al centro del arco.

El descanso se convirtió en un bálsamo para Pumas. Los felinos encontraron la anotación que deseaban en un centro de Palencia que Dante no desaprovechó. DL9 dio una media vuelta perfecta que se coló entre los brazos de Calero para poner a Pumas en ventaja otra vez.

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Los minutos avanzaron y el vendaval hidalguense apretó con todo. La UNAM concedió faltas y defendía con todas sus garras. Christian Giménez, en un tiro libre colocó la pelota en el ángulo para igualar una vez más el global. Bernal no lo pudo creer, el impacto violento del Chaco se le escurrió de los brazos, quiso quedarse con la bola y la tuvo que recoger del fondo de su red.

El silbato sonó y la prórroga se comenzó a jugar. Después de 15 minutos de especulación, el juvenil Pablo Barrera, de ingreso en el complemento, se llenó de gloria. Después de que Pachuca se quedara con un hombre menos, defendió de todas las formas posibles, pero el Dinamita tuvo la última palabra. Juárez le dio el balón a Barrera por la banda, dejó en el camino a Rodríguez y metió un tiro centro que se coló entre el brazo y el muslo de Calero.

El Hidalgo se enfrió de un lado, pero se encendió del lado auriazul. El cómo no te voy a querer se hizo un himno que retumbó la capital hidalguense. El Goya sonó en lo más alto por sexta vez en la historia del futbol mexicano.

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