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El regreso a la Ciudad de México tuvo su magia para Atlante. El Equipo del Pueblo se metió a la final de la Liga de Expansión en su primer torneo de regreso en la capital. Cierto es que la forma no fue muy brillante, pero con la justicia que da el reglamento estuvo de su lado tras haber tenido una mejor fase regular que su rival.

Morelia, pese a la necesidad de goles, jamás fue capaz de siquiera inquietar a los azulgranas y así transcurrieron los minutos, sin que hubiera alguna insinuación de peligro purépecha.

Faltaron los goles en la Ciudad de los Deportes. Todo quedó en un empate a cero que favoreció a unos Potros que galoparon a la final y se medirán ahora a Tampico por el título de la categoría.

El último boleto a la final de la Liga de Expansión se puso en disputa en el estadio de la Ciudad de los Deportes. Atlante, con la ventaja del reglamento en la mano, recibió a un Morelia que requería forzosamente del triunfo para encontrarse con Tampico en la definición por el título.

Pese a que los Canarios eran los necesitados de goles, fueron los Potros quienes asumieron el protagonismo del encuentro. Los azulgranas querían encaminar la eliminatoria con un gol que pusiera todo cuesta arriba para los visitantes y comenzaron a jugar cada vez más en suelo michoacano.

El que más cerca estuvo de inaugurar el marcador fue Luis García. El atacante atlantista tomó la pelota dentro del área, tiró un recorte hacia fuera e impactó el esférico con potencia a segundo poste. A puro reflejo, el arquero Núñez reaccionó con un lance para manotear y evitar un tanto que pudo ser letal.

Del otro lado, a los purépechas parecía no correrles prisa y aunque los goles les eran indispensables, no se volcaban al frente, incluso ni siquiera llegaban con peligro al área del Gansito Hernández.

Sin que el gol cayera, los dos equipos se fueron al descanso a sabiendas de que los últimos 45 minutos serían a matar o morir.

Al igual que en la primera mitad, el llamado Equipo del Pueblo buscaba un tanto que les diera más tranquilidad para manejar el resto del duelo, pero este no caía y conforme el cronómetro avanzaba, cambiaron de postura para cederle la iniciativa a su rival a sabiendas de que la urgencia era de Morelia y en cualquier momento podrían generarse espacios para explotar en la contra.

Cuando se esperaba la intensidad a tope en el ataque de Morelia, el equipo visitante se mostró carente de variantes para ofender. El final del partido se veía cada vez más cerca y no se veía por donde le pudieran sacar la serie de la bolsa a los Potros de Hierro.

Morelia se murió de nada en la Ciudad de los Deportes y Atlante simplemente sobrellevó los minutos finales.
Los Potros se metieron a la final con el reglamento de su lado. Al final, el regreso a casa les sentó tan bien que ahora están en una nueva final en donde Tampico ya los espera.

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