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Mira

22, diciembre 2020 - 23:30

┃ Miguel Ángel Mujica

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Foto: Reuters

La espera valió la pena, el tan ansiado título para el equipo de la década por fin llegó. Tigres, con una gran remontada, logró escribir, por primera vez en su historia, su nombre con letras de oro en un torneo internacional, 2-1 final.

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El de siempre, el hombre que ya es el máximo goleador del equipo y será el referente histórico por muchos años. André-Pierre Gignac, con asistencia y gol, le dio el título a la institución felina.

Con un zarpazo que se recordará para siempre, la UANL lo confirma: ¡Esto es Tigres!

La batalla comenzó desde el silbatazo del árbitro. El estilo rocoso de los Tigres dominó los primeros minutos. Los del Tuca Ferretti no mostraron misericordia ante el talento de un Carlos Vela que saltó al terreno de juego como la máxima esperanza del equipo angelino en búsqueda del título.

Ferretti supo la clave para detener a Vela. Jesús Dueñas fue el factor en la lateral izquierda que tenía que detener al Bomberdero en todo momento. El Pollo no se tentó el corazón y golpeó al 10 del equipo norteamericano sin misericordia.

Los Ángeles notó la fortaleza norteña y entró a un combate de patadas interminable. Kaye, Cifuentes y Blackmon tundieron a Leo Fernández y a Javier Aquino. La garra felina llegó del lado de Guido Pizarro y el mismo Dueñas, ambos con patadas a diestra y siniestra.

Entre un mar de golpes, Blessing cayó en el área, pero no se marcó nada. Minutos después Musovski la tuvo con un testarazo que dejó en las manos de Nahuel Guzmán.

Del lado universitario, Gignac y Quiñones quisieron con su movilidad, aunque nunca pudieron ponerse frente al arquero norteamericano.

El juego subió de temperatura y el silbante Mario Escobar no sacó ni una tarjeta. El descanso llegó para ponerle una pausa al encuentro.

Los Ángeles se sintió cómodo con la pelota en sus pies. Vela escapó por la derecha. Carlos levantó el rostro y quiso tocar por encima, Salcedo barrió para desestabilizarlo, pero al igual que en el primer tiempo, el juez no dijo nada.
Rossi, Kaye y Vela comenzaron a mostrar el futbol que los llevó a la final. Poco a poco Pizarro y Carioca desaparecieron, Tigres sufrió sin el brillo de sus contenciones.

Gignac y Leo Fernández ni siquiera olfatearon el balón. Kaye y Vela comenzaron la jugada clave. El Bombardero cedió para el canadiense, quien no dudó en mandar centro a segundo palo. Aquino mostró sus carencias defensivas, dejó caer el balón y Rossi se lo hizo pagar. El charrúa tocó ante la desesperada salida de Nahuel. Cifuentes pudo tocar, pero dejó que la pelota entrara dramáticamente. ¡Gol de Los Ángeles!

Ferretti salió feroz desde su banca. Fulgencio y el Diente López fueron las garras que eligió el Tuca para la reacción. A Vela poco le importó la rabieta del técnico rival, con un zurdazo estuvo cerca de clavar el segundo, Chaka Rodríguez lo evitó casi en la línea.

¿Ayudita a Tigres? El polémico penal que no se marcó

Tigres despertó de inmediato. Giganc consiguió un tiro de esquina y él mismo corrió para cobrarlo. El centro a primer palo fue para un histórico de la UANL. Ayala remató para igualar la contienda. Pero Tigres mostró la grandeza que muchos le restan. El Chaka Rodríguez penetró hasta la entrada del área.

Gignac, desesperado, se la pidió al latera. El galo la pendió con la diestra y la parte interna para dejar parado a Vermeer. ¡Gol de Tigres! ¡Gol de campeonato!

No hubo más en Orlando, la cuarta fue la vencida. ¡Tigres, campeón de Concachampions!

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