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Mira

30, diciembre 2020 - 17:40

┃ Marco Montoya

campeones-2020

El adagio dice ‘no hay mal que dure cien años’ y parece ser una ley en los deportes profesionales; salvo el poco más de un siglo que tardaron los Cubs en ganar la Serie Mundial, varias franquicias han logrado sacudirse en menor tiempo sus maldiciones de encima. En este 2020, uno de los más atípicos en la historia de la humanidad, las rachas sin título terminaron para Chiefs, Dodgers, Lakers y Liverpool.

Si bien el bicho llamado coronavirus ya azotaba al mundo a inicios de febrero, un joven con un talento que parece interminable llamado Patrick Mahomes regaló uno de los últimos grandes espectáculos con público en las gradas. A pesar de enfrentar a una de las defensas más dominantes de las que se recuerde, el quarterback de Kansas City sacó varios ases de su manga para remontar una desventaja de 10 puntos en el último cuarto.

Los linieros de San Francisco presionaron en incontables ocasiones al mariscal de campo, pero su movilidad combinada con cabeza fría terminó por derribar a la muralla de los gambusinos quienes, frustrados por su incapacidad de detener a la gran ofensiva roja, cedieron 21 puntos sin respuesta.

La mente maestra del entrenador en jefe Andy Reid tampoco puede quedar en el olvido. ‘La Morsa’ finalmente logró ganar un Vince Lombardi en su carrera. 50 años tardaron los Chiefs en ganar de nuevo el Super Bowl. El equipo de Arrowhead mejora cada temporada y pinta para ser la próxima gran dinastía de la NFL, por el momento ya le quitaron lo oxidado a la cerradura de sus vitrinas y agregaron el segundo campeonato de su larga historia.

En las Grandes Ligas, los Dodgers se cansaron durante esta década de abrir sus compuertas sólo para poner banderines de ganadores de la División Oeste en la Liga Nacional. Por más billetes que se repartían en jugadores prolíficos, a la hora de la verdad la novena angelina acostumbraba colapsar. Cachorros (2016), Astros (2017), Medias Rojas (2018) y Nacionales (2019) pasaron sobre ellos en años recientes en su camino rumbo a ganar el Clásico de Otoño. Y los siempre incómodos Cardenales (2013 y 2014) también los macanearon cuando lucían como favoritos.

Después de varias campañas con finales amargos, la temporada más corta de MLB significó la de la gloria para Los Ángeles. Como ya es costumbre ganaron por octava vez consecutiva el viejo oeste. En su camino dentro de la postemporada echaron fácil a Brewers y Padres. El primer gran desafío fueron los Braves, un conjunto con un pitcheo que había resultado indescifrable, incluso los mismos pupilos de Dave Roberts tardaron en encontrarle la bola a los lanzadores de Atlanta.

En la serie iban 3-1 abajo, el destino parecía tenerlos una vez más en el hoyo, sin embargo, la historia dio un giro desconocido para los Dodgers, esta ocasión en lugar de ser su verdugo se puso de su lado. Ganaron los siguientes tres desafíos y lograron su boleto al gran escenario. La euforia angelina fue tal que, después de un jonrón, Cody Bellinger festejó con tanta energía que se dislocó un hombro durante la celebración. Julio Urías se convirtió en el designado para cerrar el crucial encuentro y cumplió a cabalidad.

En la Serie Mundial se impuso la experiencia en todos los ámbitos. Clayton Kershaw, Walker Buehler y el zurdo Urías tuvieron actuaciones implacables desde el montículo, mientras que Corey Seager demostró su poder en infinidad de ocasiones.

Después de seis juegos, un rectazo a 97 millas por hora del culichi terminó con 32 años sin conocer la palabra ‘campeón’ en Los Ángeles. El Clásico de Otoño quedará en la memoria de todos los mexicanos por la actuación excepcional de Julio Urías, quien se encargó de dominar a los últimos maderos de los Rays. Para que la franquicia volviera a llevarse los máximos honores como en tiempos de Fernando Valenzuela, tuvo que aparecer otro lanzador azteca. La Juliomanía se volvió una realidad a finales de octubre.

En la misma ciudad, unos cuatro kilómetros más al sur, los sentimientos fueron de las lágrimas a la felicidad en cuestión de meses. El mundo deportivo quedó conmocionado con la muerte del mítico Kobe Bryant en un accidente de helicóptero el 26 de enero. El luto y los homenajes duraron semanas, su recuerdo quedará para siempre. Un ejemplo a seguir dentro y fuera de las duelas, aún cuesta creer que a la edad de 41 años se fue uno de los más grandes.

Como era de esperarse, los Lakers le dedicaron la campaña a ‘Black Mamba’. La quinteta encabezada por LeBron James y Anthony Davis tuvo en su fallecimiento un estímulo tan fuerte que, a pesar de la pausa en la campaña, comandaron el Conferencia Oeste ¿El espíritu de Kobe les alcanzaría para ser campeones?

Los Ángeles llegaron hasta Las Finales caminando. Trail Blazers, Rockets y Nuggets no fueron rivales para ‘El Rey’. Todos se fueron en cinco juegos. El Heat se convirtió en el último obstáculo.

Lamentablemente para el espectáculo, el arduo camino dejó varios lesionados en Miami. Erik Spoelstra enfrentó al monstruo púrpura y amarillo lo mejor que pudo, pero los Lakers se impusieron en seis duelos para concluir 10 años sin títulos. Para cualquier equipo podría parecer poco tiempo; sin embargo, el prestigio junto con la inversión que se hace en la quinteta los obliga a ser campeones cada año. Sí, el espíritu de Bryant alcanzó para que se coronaran.

Finalmente, del otro lado del charco uno de los clubes grandes del globo tuvo una de las campañas más colosales Inglaterra. Liverpool dominó la, para muchos, mejor liga del mundo: la Premier League.

Los ‘Reds’ tuvieron una amarga espera. Una campaña antes, los pupilos de Jürgen Klopp pelearon de tú a tú con el Manchester City, sin embargo, se quedaron en la orilla por un punto. En uno de los duelos más épicos por la corona de una liga, los ‘Citizens’ sumaron 98 unidades, mientras que los de Anfield, 97.

Con sed de revancha, Klopp volvió junto con uno de los equipos más veloces y hábiles en el ataque, una media cancha todoterreno y una zaga impasable para esta vez romper 30 años sin campeonato. Si 97 puntos fueron insuficientes un año antes, 99 finalmente bastaron para darle el campeonato al mítico Liverpool, quizá el conjunto más grande de la isla inglesa.

El 2020 fue un año atípico, malo para algunos, pero que quedará en el recuerdo de estas franquicias por ser el que le puso punto final a sus tiempos de vitrinas empolvadas.

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