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Mira

26, diciembre 2020 - 8:00

┃ Brian Sales

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El Guardianes 2020 le dejó a Pumas muchas buenas noticias, pese a la turbulencia que vivieron al inicio del torneo. Lograron llegar a la Gran Final del torneo, sólo perdieron tres partidos partidos entre la fase regular y la Liguilla. Por la organización del club, tener dinero es algo de lo que pocas veces pueden presumir, pero el gran semestre que tuvieron aumentó el valor de sus mejores jugadores, situación que podrán aprovechar para sanar finanzas, como ya sucedió con Carlos González, quien salió a Tigres. Otros elementos como Johan Vásquez y Juan Dinenno elevaron su valor en más del 100%, algo que cayó como un milagro en la cúpula felina.

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Tras la venta del paraguayo a los felinos del norte, ahora sólo queda Juan Ignacio Dinenno como el único delantero de experiencia en la plantilla. De tener un valor de 3 millones de dólares, ahora se cotiza en el mercado con un mínimo de 6 millones, lo que refleja un aumento del 100% de su valor. En caso de que los felinos, ya sea por la pandemia o por necesidades dada la actualidad de la institución, podrían recurrir a vender los derechos federativos del jugador para garantizar la operación del club por algunos semestres más.

Si la idea es ya no deshacerse de otro delantero, en la defensa tienen una carta fuerte, aunque con un asterisco importante. Johan Vásquez, quien todavía pertenece al Monterrey en un 50%, también vio un aumento del 100% en su valor de mercado. Según Transfermarkt, su precio en la temporada 19-20 era de 2.4 millones de dólares, lo que ahora se convirtió en 6 millones de la misma moneda, lo cual lo convierte en la principal mejora de mercado. Sin embargo, si Pumas quisiera vender al nacido en Sonora, deberá abonar el 50% restante, del cual tiene prioridad, a los Rayados de Monterrey, lo que dejaría el mismo margen de maniobra que con el delantero argentino.

Otro de los jugadores que mejor se cotizo tras el semestre del Covid-19 fue Juan Pablo Vigón, hombre que se perdió algunas jornadas del torneo por salir positivo a coronavirus, pero fue pieza vital en el esquema de Andrés Lillini en la recta final del campeonato, además de ser el autor del gol que selló la remontada más grande en la historia de las Liguillas. De su precio de 2.4 millones de dólares, ahora aumentó en un millón su precio para ser negociado en el mercado de la Liga MX o el internacional.

LAS MANZANAS PODRIDAS

No todo fue risas en el sentido económico para Pumas. Hubo jugadores que bajaron su rendimiento y, consecuentemente, su valor. Incluso, algunos, por su rendimiento regular, se mantuvieron en su mismo precio. Llama la atención el caso de Alan Mozo, quien no aumentó ni disminuyó, pero se quedó estancado en 3 millones de dólares. Hubo acercamientos con Chivas, pero por el caso de Alejandro Mayorga, elemento que ya no se pudo quedar en Pumas, la relación no quedó de lo mejor entre ambas instituciones.

La devaluación más grande que sufrieron los auriazules fue la de Luis Fernando Quintana, elemento que perdió la titularidad tras una lesión que lo marginó de ver minutos en el inicio de la campaña. De los dos millones que llegó a costar en la época de Míchel González, ahora sólo se puede cotizar en uno. Incluso, está cerca de salir a préstamo con los Bravos de Juárez.

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