19, enero 2021 - 14:12
Gustavo Halcon Peña
Foto: Mexsport
Hay hombres destinados a poner su nombre en la historia y Gustavo Peña fue uno de ellos. En el Mundial de 1970, el “Halcón” tomó la pelota cuando Javier Valdivia fue derribado en el área y con un zapatazo poderoso venció a Christian Piot en el minuto 17, ese gol sería el único de aquel partido que México disputó contra Bélgica, por si fuera poco, consumó el pase a los cuartos de final.
En incontables ocasiones, Peña relató la anécdota de ese gol. El “Halcón” observó a la distancia cómo el “Cabo” Valdivia fue fauleado por Jean Thissen y el árbitro de ese partido no dudó en sancionar la falta, fue ahí cuando el defensor sabía que llegaría su turno y la oportunidad de bañarse de gloria.
“Tiré como años atrás me enseñó el señor Arpad Fekete, quien me dijo que siempre eligiera un lado, que tomara mucho vuelo y que cobrara con seguridad y fuerza”, relató hace años a la revista Soccermanía.
En el relato destaca el carácter fuerte del jugador, quien se molestó cuando Raúl Cárdenas le preguntó si se sentía bien para patear la pena máxima. Finalmente, la pelota terminó en el fondo y los aficionados mexicanos pudieron ir al Ángel de la Independencia a festejar la hazaña.
El apodo que lo acompañó toda la vida, especialmente en los momentos de gloria nació desde las fuerzas básicas del Oro, equipo del cual es ídolo a pesar de que hoy en día está perdido entre las divisiones menores del futbol mexicano.
Sus compañeros siempre destacaron la fortaleza de sus barridas, según ellos, estas se asemejaban a un halcón que descendía para cazar a su presa, por supuesto que esta era el balón.
Su éxito no solamente se quedó en el terreno de juego, Gustavo Peña fue director técnico con los Rayados de Monterrey, equipo en el que también estuvo como futbolista, aunque sus éxitos se dieron en el timón de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara.
Con el equipo melenudo logró levantar el Campeonato de Nuevos Valores y un Campeonato de la Concacaf.
Una de las curiosidades que vivió este jugador, fue que el mítico Lev Yashin, portero soviético que para muchos es el mejor portero de la historia, lo invitó a un partido amistoso con motivo de su despedida de los terrenos de juego.
En ese cotejo, el “Halcón” Peña tuvo la oportunidad de jugar con otras leyendas como Pelé, Bobby Charlton, Eusebio y muchos otros ídolos del futbol mundial.
La trascendencia de este futbolista fue mayor, a tal grado que el Salón de la Fama del futbol mundial lo invistió en la novena generación, un homenaje que todavía pudo recibir en vida.
Los grandes recuerdos de la carrera de Gustavo Peña quedarán en la mente de todos aquellos que lo vieron jugar, los que escucharon sus historias de viva voz, en la radio o en televisión, pero algo es seguro, nunca podrán olvidarse, permanecerán en el aire como lo hace un “Halcón”.
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