Claramente las defensivas no son la mejor unidad de los dos finalistas de la temporada 2020, pero lejos están de ser intrascendentes, siendo claves en el camino de ambos equipos para el Super Bowl LV.

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Si bien cuentan con dos de los ataques más explosivos de la liga, su llegada al Raymond James Stadium no se entendería sin el trabajo de su defensiva, haciendo las jugadas grandes cuando más lo necesitaban.

Steve Spagnuolo y Tod Bowless se han tomado su experiencia al frente de los Chiefs y Bucs, respectivamente, como una especie de revancha luego de no haber tenido los resultados esperados como entrenadores en jefe. Su labor como Coordinadores Defensivos está fuera de toda duda, y siguen haciendo méritos para tener otra oportunidad al frente de una de las 32 franquicias de la NFL.

DEFENSIVA CHIEFS

Oportunista, así se podría describir a la defensiva del bicampeón de la Conferencia Americana.

Pareciera que son el punto débil de unos Jefes que sólo han perdido dos partidos en el último año y medio, pero es una impresión a simple vista. Cuando Andy Reid necesita de esa unidad siempre responde.

Spagnuolo ha aprovechado las ventajas que te genera el meterle presión al mariscal de campo contrario sólo con cuatro elementos, teniendo a Frank Clark y Chris Jones como sus principales cazadores de cabeza.

El contener la carrera de su rival ha sido uno de sus principales problemas a lo largo del año, ocupando el sitio número 21 de la liga al conceder un promedio superior a las 120 yardas por encuentro.

Por la vía aérea tienen mejores números, siendo el 14 mejor y en gran parte se debe a la estelar dupla de profundos con la que cuentan. Tyrann Mathie y Daniel Sorensen son expertos en hacer jugadas “grandes”, sobre todo en los playoffs.

En la actual postemporada, fue la defensiva la que los salvó en la ronda divisional cuando sin Patrick Mahomes los Browns soñaron con el triunfo. También se destacaron en la final de Conferencia sacando de ritmo a Josh Allen y limitando al explosivo Stefon Diggs.

Kansas City tiene todo para montar una nueva dinastía en la NFL, pero su éxito no se entendería sin el trabajo de su oportuna defensiva.

DEFENSIVA BUCCANEERS

Poco se habla de la defensiva de Tampa Bay, pero el conjunto de Bruce Arians no hubiera tenido la oportunidad de hacer historia al jugar el Super Bowl en casa sin sus jugadores de esa unidad.

Si bien todos los reflectores se los lleva Tom Brady y el ataque con figuras rutilantes como Rob Gronkowski o Antonio Brown, la retaguardia es la que ha respondido en los momentos oportunos.

Los muchachos de Tod Bowles están firmando una postemporada por encima de su nivel habitual. Son los mejores de la liga contra la carrera. Correrles a esos frontales parece poco más que misión imposible. El trabajo de Ndamukong Suh y Vita Vea ha liberado a Jason Pierre-Paul y a Shaquil Barrett para enfocarse únicamente en la presión al quarterback.

La fórmula le ha funcionado a Tampa Bay, con excepción de su secundaria. Tanto al inexperimentado Taylor Heinicke como a Aaron Rodgers ya le permitieron superar las 300 yardas por la vía aérea en la actual postemporada, aunque han interceptado el ovoide en cinco oportunidades.

Más allá del trabajo de Devin White, el líder de la defensiva, en la secundaria se destaca Antoine Winfield, quien pese a ser novato ha tenido impacto inmediato en la defensiva de los Bucaneros.

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