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Mira

5, febrero 2021 - 23:32

┃ Rubén Beristáin

Necaxa vs Cruz Azul

Foto: Mexsport

Esta Máquina luce bien electrificada. El repunte de Cruz Azul es real, sumó su tercer triunfo consecutivo en el Guard1anes 2021 y hasta se dio el lujo de romper con su maldición de casi 12 años sin ganar en Aguascalientes.

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Necaxa fue limitado, nunca fue rival, y es que que se encontró con unos cementeros que han liberado toda la presión acumulada y se muestran con una confianza renovada, que los tiene nuevamente en lo más alto del torneo.

Cruz Azul no le gana a Necaxa en Aguascalientes desde 2009

La mística y las formas empiezan a renacer, al menos por ahora, los celestes están llenos de luz. 0-2 final.

En Cruz Azul tal parece que los experimentos son cosa del pasado. A pesar de tener habilitados, después de varias semanas, a Guillermo Fernández y Walter Montoya, el técnico Juan Reynoso se fue por la fácil e hizo válido el adagio. El equipo que ganó y aplastó a los Gallos Blancos, repitió en tierras hidrocálidas, con una base totalmente mexicana, con sólo Juan Escobar y Jonathan Rodríguez como invasores extranjeros. Sus refuerzos esperaron.

Esa confianza en el plantel fue reflejada de forma inmediata con un arranque electrizante. Un trazo largo de Luis Romo, que parecía perderse por la última línea, fue alcanzado por Jonathan Rodríguez. El Cabecita demostró que está de regreso, tuvo sacrificio y rescató el balón. En una segunda jugada, con lujo incluído, se quitó de encima a Mario de Luna, alzó la vista y centró a la exacta posición de Santiago Giménez. El hijo del Chaco, con su corta edad, demostró inteligencia y al no poder rematar, retrasó a la incorporación intempestiva de Romo, quien de un derechazo la envió al fondo de la red, disparo inatajable para el portero Luis Malagón.

En una sólo jugada, Luis Romo demostró que es el motor de esta Máquina. Primero recuperó, luego repartió y al último finalizó. Así abrió el marcador apenas en el primer suspiro.

Necaxa no supo ni cómo le anotaron, se sintieron incómodos en su propio terreno, en su rostro hicieron notar que nunca esperaron un gol en contra tan rápido. Eso les cambió completamente el sistema y el panorama.

Los cementeros cedieron la iniciativa. La ventaja de tener a un DT que fue un defensa exquisito salió a la luz. Cuando su equipo atacó fue peligroso. Al tomar la ventaja, tomó el partido con calma, creó la desesperación de su rival y lo dejó jugar, pero siempre con un acomodo perfecto en zona defensiva.

El segundo no tardó. La táctica fija fue nuevamente aprovechada por los capitalinos. Los Rayos no descifraron la jugada. Alvarado cobró, Juan Escobar se deshizo de la marca hecha por Julio González y con un cabezazo aumentó la ventaja. El defensor paraguayo le ganó el salto a Ían González, el más alto dentro del campo, con 1.91 de estatura, y demostró su estupendo juego aéreo.

Y no es que los celestes hayan apabullado, tampoco es que metieran el acelerador a fondo, simplemente aprovecharon con creces las deficiencias necaxistas. Los de casa no inquietaron, su juego fue predecible y no lograron una reacción que acortara en el marcador. Lo más que pudieron lograr fue un disparo lejano de Alejandro Zendejas, que fue bien contenido por Jesús Corona. El portero de las cuatro décadas fue lo único que detuvo, no tuvo otra de peligro.

Así terminó la primera mitad, con un Cruz Azul relajado y en espera de una chispa de su rival, la cual nunca llegó.

El complemento fue una calca. Si bien el estratega José Guadalupe Cruz quiso intentar algo diferente con el ingreso de Maximiliano Salas, el atacante argentino muy poco generó. La Máquina manejó el ritmo de las acciones a su entera conveniencia, a pesar de los cambios defensivos de Reynoso. El partido tenía un riesgo mínimo y el peruano decidió meter su típica línea de cinco, el mensaje fue claro. Se dedicaron a defender su doble ventaja, algo que por muy poco les cuesta caro. Salas disparó, Corona dejó el rebote, pero Martín Barragán no pudo vencer a Chuy, quien tuvo una gran reacción.

El tercero de la visita llegó en un contragolpe a velocidad elaborado por Cabecita y finiquitado por Orbelín Pineda de forma magistral. El Maguito celebró con su peculiar forma, pero su festejo fue frustrado por el VAR. Su tanto fue anulado por una falta de Rafael Baca en el mediocampo. Todo se echó para atrás.

El juego se tornó ideal para ver a los refuerzos celestes. Pol Fernández y Montoya, como mancuerna letal, tuvieron sus primeros minutos después de mucho tiempo de espera.
Necaxa con la necesidad de atacar no preocuparon lo suficiente. Por el contrario, los capitalinos sí lo hicieron y la ventaja pudo incrementar, pero Jonathan Rodríguez la falló de forma increíble.

Cruz Azul volvió a ganar, sumó su tercer victoria consecutiva y ya está bien enrachada.

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