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6, febrero 2015 - 11:45

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CORTESÍA DE BETTY FERNÁNDEZ
FOTOS CORTESÍA: JOSÉ CARREÓN

EL Auditorio Nacional abrió sus puertas y corazón a los miles de cubanos de todas las edades, la noche del pasado miércoles, y es que la ocasión lo ameritaba. Eran casi las 21:00 horas cuando comenzaron a aparecer uno a uno los integrantes de la agrupación Buena Vista Social Club, ante un público que estaba ya impaciente tras horas de espera; todos gustosos de esperar este “Tour del adiós”.
El grupo comenzó cantando un rico danzón; entre canción y canción, Juan de Marcos González fue presentando a los integrantes de la banda.
No había un solo asiento vacío en el Auditorio Nacional, por lo que las diez mil almas respiraban emocionadas por todos los pasillos, sin embargo la mayor euforia se vivió cuando anunciaron la aparición especial de Omara Portuondo, ya que ella, además de ser la esposa y abuela dentro del grupo, es fundadora del Buena Vista Social Club.
Sobra decir que causó gran impresión con su espectacular interpretación del bolero “El amor que se nos va- Veinte años”. “Si las cosas que uno quiere se pudieran alcanzar, tú ya no sentías lo mismo que veinte años atrás”, expresa la canción, y parecía una historia cantada que pretendió penetrar en las fibras sublimes de los corazones presentes, y lo consiguió.
Manos juntas en la barbilla, manos juntas frente al pecho para luego soltarse y juntarse al ritmo de estruendosos aplausos. Esa fue la interpretación de Omara, quien agradecida, cambió de la melancolía a la alegría, con “Tiene sabor”.
“Por ser quien soy, soy lo mas bueno del mundo, yo soy Omara Portuondo”, entonó la simpática cantante al mismo tiempo que presentó a su esposo, el músico Papi Oviedo.
Después “No me llores más” hizo poner al público de pie y así se mantuvieron durante el medley que incluyó “Quizás, quizás ” y “Pa’ la playa “, antes de despedirse.
Casi dos horas después, Buena Vista Social Club se despidió del público con el tema “No apagó la vela”.
Ante la insistencia del público que pedía “otra”, regresaron a cantar el clásico “Dos gardenias para ti”, “una sola, ya que mañana muy temprano nos vamos para La Habana a seguir trabajando”, dijo el vocalista.
Buena Vista Social Club fue un club social de La Habana, Cuba, donde sus miembros practicaban actividades relacionadas con el baile y la música. Se convirtió en un sitio muy popular, donde se encontraban e interpretaban música quienes formaban parte de él.
En los años 1990, casi 50 años después de que el club se cerrase, inspiró una grabación hecha por el músico cubano Juan de Marcos González y el guitarrista estadounidense Ry Cooder con músicos cubanos tradicionales, muchos de ellos antiguos miembros del club en el que se presentaron cuando su popularidad estaba en la cumbre.
La grabación, llamada Buena Vista Social Club, por esa institución de La Habana, fue un éxito internacional y el grupo se presentó con su formación completa en Ámsterdam en 1998.
El director de cine alemán Wim Wenders grabó la presentación, seguida de un segundo concierto en el Carnegie Hall, de Nueva York, concierto éste que fue la cumbre del documental que resultó del trabajo de Wenders. El documental también incluye entrevistas con los músicos llevadas a cabo en La Habana.
La película de Wenders, también nombrada “Buena Vista Social Club”, fue aclamada por los críticos y recibió una nominación al Oscar al mejor documental largo y numerosos galardones, entre los que se incluye Mejor Documental en el European Film Awards.
Y fue así que la noche de este miércoles, en la Ciudad de México, y ante un foro a reventar, Buena Vista Social Club se despidió del público cubano-mexicano, con esa alegría que caracteriza a los cubanos, con ese “sabor” en su baile, con esa candela para cantar en un ritmo muy especial el “Cielito lindo”.