POR ALMA ROSA CAMACHO

“FRANCOTIRADOR”, cinta de Clint Eastwood con la estelarización de Bradley Cooper encarnando al texano Chris Kyle, el tirador norteamericano de guerra más letal, cuya historia biográfica gira en torno al enfrentamiento militar entre Irak vía Osama Bin Laden y Estados Unidos, se lanza comercialmente en México el próximo viernes 20.
Nominada a los premios Oscar en seis categorías: Mejor Película, Mejor Actor -Bradley Cooper-; Mejor guión adaptado -Jason Hall-; Mejor edición -Joel Cox y Gary D. Roach-; Mejor edición de Sonido -Alan Robert Murray y Bub Asman- y Mezcla de sonido -John Reitz, Gregg Rudloff y Walt Martin-,la historia está basada en la novela literaria de “American sniper”, que en el 2012 se convirtió en éxito de ventas, colocándose 18 semanas en la lista de Best-Sellers del New York Times.
Y con una recaudación en taquilla tan sólo en Estados Unidos de poco más de 250 millones de dólares, inundará las salas nacionales con esta trama de acción y armamento, combinado con la desgracia de familias iraquíes mutiladas, desmembradas por la guerra.
Chris Kyle, junto con su hermano menor Jeff, son criados por su padre en Texas, en cuya familia no quiere saber de personas “ovejas” ni “lobos” –los que fomentan el bullying-, sino de unos hombres que aprendan a defenderse, pero tampoco abusar de otros.
Así, a Chris, acompañado siempre de Jeff, le gusta como oficio ser jinete en los rodeos. Sin embargo, sabe que su destino es otro y se enlista en el SEAL de la Marina de Estados Unidos, con el grado de francotirador. En espera de su primera orden de guerra, es enviado a Irak con una sola misión: proteger a sus hermanos de armas.
Su precisión y exactitud salva incontables vidas en el campo de batalla, pero sus primeras víctimas son un niño de 10 años y su madre que avientan una RK6 granada rusa a un tanque norteamericano y conforme se difunden las historias de la valentía de Chris, le ponen el mote de “Leyenda”.
Y de su reputación también tienen conocimiento las líneas enemigas, poniéndole precio a su cabeza y convirtiéndolo en el blanco principal de los iraquíes como “El Carnicero”, brazo derecho de Bin Laden.
Sin embargo, su gran batalla es familiar, pues en Estados Unidos deja a su esposa Taya –Sienna Miller- y a su primer retorno ve nacer a su primogénito y a sus demás hijos, a quienes está descuidando por su lealtad y responsabilidad de proteger a Estados Unidos como francotirador en cuatro encomiendas bajo su lema: “No dejar atrás a nadie”.