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Mira

13, febrero 2021 - 21:14

┃ Rubén Beristáin

Chivas vs Necaxa

Foto: Antonio Miramontes

José Juan Macías no le podía fallar al club de sus amores, mucho menos en estos días de celebración. Un autogol del joven tuvo contra las cuerdas a las Chivas, la derrota ante Necaxa era casi segura, pero en el último minuto, el corazón rojiblanco de JJ pudo más y con un cabezazo salvó la catástrofe. El Rebaño Sagrado rescató el empate ante unos Rayos que estuvieron a punto de dar la sorpresa. 2-2 final.

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Los experimentos terminaron en el Rebaño Sagrado. Víctor Manuel Vucetich no le movió y repitió alineación por segunda ocasión en su gestión. Los mismos que derrotaron al campeón León, alinearon también ante los Rayos, con el tridente ofensivo formado por Isaác Brizuela, Uriel Antuna y José Juan Macías.

Video: JJ Macías anota autogolazo ante Necaxa

La visita fue precavida y tomó sus precauciones. El temor de los necaxistas por enfrentar a unas Chivas motivadas fue evidente. Fueron seis defensores nominales, con línea de cinco al fondo, por lo que el mensaje del Profe Cruz fue evidente. Dar clases de cómo destruir el juego y en un contragolpe construir peligro. Y así fue.

Guadalajara quiso demostrar que el resultado ante La Fiera no fue producto de la casualidad, pero el guión se lo cambió su rival. Necaxa tomó el balón e hizo su partido. Presionó y recuperó cuando quiso, pero sin ningún tipo de peligro en la portería custodiada por Raúl Gudiño.

Los rojiblancos no se encontraron en el arranque y sufrieron más de lo que esperaron. El sistema de los electricistas hizo parecer un partido sencillo para Chivas, sin embargo no fue así. Los pupilos del Vuce no hiló pases y en zona de creación no tuvo ni tantita imaginación para romper con la línea de tres centrales vestidos de color negro, que parecían una difícil piedra que destruir.

La visita estuvo al acecho, su intención fue aprovechar cualquier equivocación del conjunto local, sólo que tampoco estuvo fina. Emociones no hubo, ningún equipo preocupó en ofensiva. La más peligrosa fue de Isaác Brizuela con un disparo lejano, que Luis Malagón sólo vigiló con sigilo. Pero Uriel Antuna se mostró lejos de su mejor nivel y José Macías estuvo bien custodiado, la zaga hidrocálida no lo soltó ni un segundo.

Necaxa se salió con la suya. Primero avisó Alejandro Andrade con un disparo potente que sacó las mejores habilidades del guardameta Gudiño, pero en la segunda ya no perdonaron.

Chapo Sánchez perdió la redonda con Idekel Domínguez. El joven aprovechó el yerro, condujo y cedió a Ian González, quien simplemente se quitó de encima a Hiram Mier con demasiada facilidad y definió con un toque fino, con complicidad del portero rojiblanco. Un premio inmerecido por la poca generación, pero a la vez muy merecido por un sistema bastante eficaz.

El Rebaño empató como de Rayo. Brizuela hizo lo que quiso por el sector derecho y encontró la forma de romper con la muralla visitante. El Conejito amagó y centró, cuando el balón parecía perderse, apareció Jesús Angulo y le pegó a su ex equipo sin tentarse el corazón. Mario de Luna pudo romper el trazo, pero prefirió dejarla pasar. Ese error lo pagó caro.

En el complemento siguió el mismo guión y con el resultado parecido. Chivas atacó, Necaxa esperó y en balón parado se fue al frente otra vez. Jairo González puso un balón en el área, José Juan Macías le ganó en el salto a todos, pero se equivocó de dirección y la mandó a su propia portería. Un autogol tan fortuito como inesperado, el segundo por semana consecutiva en el conjunto tapatío.

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Lo esperado sucedió. Los Rayos se tiraron más atrás y renunciaron al ataque en definitiva, mientras los locales buscaron el tanto del empate con demasiada desesperación. Fue mucha posesión, pero pocas ideas y ninguna profundidad. Chivas lo buscó hasta el último segundo y lo encontró. José Juan Macías enmendó su error y puso el empate final con un cabezazo que lo celebró como nunca.

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