Foto: Mexsport

Puebla tuvo una merecida victoria en su estadio. Los Camoteros dieron una exhibición convincente y si no golearon a Necaxa fue gracias a una inspirada actuación de Luis Malagón, el arquero que tuvo grandes intervenciones, pero no pudo sacar todas. Un remate sin fuerza, pero bien colocado de Emanuel Gularte fue la fórmula para encontrar el único gol de la noche.

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Los Camoteros se quedaron a toda ley con las tres unidades sobre un Necaxa que, salvo la presencia de su cancerbero, brilló por su ausencia.

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La noche en Puebla terminó por convertirse en un monologo sobre el terreno de juego. La Franja entendió que Necaxa los invitaba a cargar con el trámite del encuentro y sobre eso empezaban a trabajar su encuentro.

Los Camoteros se dedicaron a circular la pelota con mucho sentido, usaban el ancho del terreno de juego para darle amplitud a su juego ante unos Rayos que solamente corrían detrás de la pelota y veían como las aproximaciones llegaban a su área una y otra vez.

De los 11 hidrocálidos sobre el terreno de juego, solamente uno hacía su trabajo con solvencia: Luis Malagón. El arquero atajó todo lo que le llegó y al menos durante 45 minutos, le bajó la cortina al conjunto de la Angelópolis, que con incredulidad observaba como se crecía la figura del meta visitante, particularmente Santiago Ormeño, quien justo antes del silbatazo que dio fin al primer tiempo, se levantó para ganar una pelota por aire, remató fuerte y colocado, justo a la base del poste izquierdo; la bola llevaba sello de gol, pero Malagón se estiró para evitar la caída de su meta.

Para el complemento la dinámica del juego no cambió en nada. Los Rayos aguantaban en su área y a la hora de tener la pelota en su poder, se mostraban imprecisos, erráticos e incapaces de generar peligro.

Del otro lado, Puebla seguía en la suya, presionaba, atacaba, parecía cuestión de tiempo para que cayera el gol que rompiera el cero y así fue. Desde el sector izquierdo vino un servicio rasante al corazón del área en donde cinco rematadores poblanos esperaban ante tres zagueros necaxistas. Emanuel Gularte, que se había agregado al ataque, remató un tanto descompuesto el esférico, pero con la colocación suficiente para finalmente vencer a Malagón y ponerle justicia al marcador.

Con la desventaja, Necaxa intentó ir al frente para tratar de rescatar un punto, pero se quedaron lejos de siquiera insinuarse. Incluso Malagón se fue a buscar un remate sobre la hora, pero nada sucedió.

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Puebla apedreó el rancho a Necaxa, pero solamente encontraron un gol y con ello, una merecida victoria para su causa.

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