Las formas siguen sin importar en Rayados. Monterrey pudo ganar y ser cuarto lugar del Guard1anes 2021, pero está muy lejos de merecer ese lugar y ser un equipo espectacular.

La Pandilla del Vasco se encerró por más de 25 minutos, con el único objetivo de cuidar su mínima ventaja, pero Tijuana le hizo pagar muy caro su error. Los Xolos se quitaron el bozal y tuvieron su premio en los últimos instantes al empatar el duelo en el Gigante de Acero. 1-1 final.

Rayados y Xolos presentaron muchas novedades en sus alineaciones. La jornada doble los obligó a dar rotación. Por el local, fueron cinco cambios, con la inclusión de Edson Gutiérrez y Eric Cantú, quienes disputaron sus primeros minutos del torneo. Rogelio Funes Mori fue el gran ausente por lesión al igual que Stefan Medina. El ataque fue improvisado por Javier Aguirre con Avilés Hurtado como centro delantero y Dorlan Pabón como extremo por izquierda. Monterrey es de esos equipos que se puede dar el lujo de dejar estrellas en el banquillo. Nicolás Sánchez, Miguel Layún, Celso Ortiz, Ake Loba y hasta Vincent Janssen esperaron su turno.

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En Tijuana sucedió algo similar. Pablo Guede sorprendió con el ataque que presentó en la Sultana del Norte. Los goles se quedaron en la banca. Fidel Martínez, Mauro Manotas y David Barbona no aparecieron de arranque. Jordi Cortizo, Édgar López y Miguel Sansores entraron al quite.
Un total de nueve movimientos, algunas obligadas, afectaron el juego en grandes proporciones. Apenas rodó el balón y el aburrimiento comenzó a la par.

Los fronterizos tuvieron el esférico, propusieron y quisieron inquietar al portero Hugo González, pero la jerarquía de Sebastián Vegas sobresalió. Primero con una barrida a tiempo, después con una anticipación por aire. El chileno controló su zona baja. Xolos llegó más, pero muy lejos de ser peligroso.

Del otro costado, Jonathan Orozco estuvo tranquilo. La ofensiva rayada no armó ninguna jugada, los atacantes no se sintieron cómodos.
El primer tiro a puerta del cotejo tardó media hora. Cortizo se animó, pero no inquietó en lo más mínimo.

Fue la postura de los canes, de jugar de tú a tú, la que hizo un juego incómodo, sin espectáculo. La Pandilla no tuvo la pelota, su juego dejó mucho que desear, pero sólo necesito una oportunidad para abrir el marcador.

Tuvo que llegar un error en la salida de la visita para que Monterrey lo aprovechara. Brayan Angulo despejó, Gallardo recuperó y la calidad individual apareció en la alta nómina regiomontana. De Dorlan para Avilés y este para Meza. Con tres toques lograron meter el balón en la red de Orozco. Maxi creó una genialidad, se quitó de encima a Víctor Guzmán y festejó sin disimulo. Casi sin querer, los de Javier Aguirre se fueron el frente, ante el berrinche y descontento del cancerbero del xolaje.

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En el complemento la postura fue muy clara por ambos bandos. Tijuana dio ingreso a Martínez y Manotas, la presión y la búsqueda del empate fue prioridad. Monterrey, en cambio, fue conservador y el Vasco clavó un defensor más en el área para una línea de cinco. Nicolás Sánchez entró por Dorlan Pabón y aguantar el mínimo resultado fue la postura local.

Así transcurrió el tiempo. Los Xolos quisieron morder, los norteños le pusieron bozal, pero Manotas logró quitárselo y en los últimos minutos decretó el empate final.

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