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Mira

26, junio 2014 - 16:56

┃ María Vega

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CURITIBA.- Al fin la justicia del futbol le sonrió a Argelia.

Pese a que una historia llena de derrotas, malos arbitrajes y sólo una Copa Africana de Naciones tenía olvidada a esta región, ayer, con el empate 1-1 frente a Rusia, Argelia logró por primera vez su pase histórico a cuatros de final de un Mundial.

Aunque el premio parece amargo, ya que tendrán que jugar ante uno de los equipos más regulares y que pasó con perfección en su grupo, es decir, con tres victorias: la Selección de Alemania.

Los Zorros, con gran astucia supieron arremeter en el momento justo, y pese a que estuvieron abajo en el marcador, reaccionaron a tiempo. Los argelinos remaron siempre contracorriente, primero porque en la anotación de los soviéticos jugaban con 10, luego del golpe que sufrió su figura, Feghouli; sin embargo, con un gran juego aéreo, aunado a los errores de la zaga, Slimani logró el gol histórico para los africanos.

¿Podrán sacarle un susto a la Alemania de Löw?

EL JUEGO

Brahimi y Slimani movieron, para el inicio del encuentro.

Vaya que fue sorpresiva la postura de los rusos, el balón pasó por muchas ocasiones dentro de su media cancha, dominaron el duelo. Fayzulin, Glushakov y Samedov tocaron durante los primeros minutos el esférico, esto desacomodó a la zaga africana, que con mucha sorpresa observó a Kombarov meter un centro preciso a la entrada del área, donde Kokorin se levantó y puso en ventaja a los europeos.

Vaya golpe para los argelinos, quienes se vieron en desventaja en esa jugada por el golpe que sufrió Feghouli a manos de su propio compañero, Medjani, pese a esto, los africanos no se rindieron.

Poco a poco los Zorros se hicieron del balón, las arribadas de Brahimi, Djabou y Feghouli eran constantes, lo que empezó a generar tiros libres y corners sobre la meta de un nervioso Akinfeev. Por los aires siempre ganaban los africanos, pero Igor invariablemente salvaba su meta, aunque con varias fallas, algo que más adelante costaría.

SE TARDÓ PERO LLEGÓ

El complemento fue una calca del fin del primer lapso: Argelia, encima de los soviéticos, quienes con problemas sacaban los disparos.

Tanto va el cántaro al agua hasta que se revienta, así fueron las llegadas a la meta rusa, cuando en un tiro de esquina, Slimani se levantó, esquivó la mala salida de Akinfeev y remató de cabeza para la paridad que le daba el pase a los Zorros.

En adelante, el cuadro de Halilhodžic se tiró hacia atrás, pero ojo, a diferencia de muchos que tienen ventaja, no dejó de atacar; para esto, refrescar su delantera fue esencial: Yebda, Ghilas y Hillel Soudani entraron a la cancha. La ventaja no se perdería, ya que ni el talento de Dzagoev ni la sapiencia de Fayzulin pudieron resolver la situación, lo que, aunado a la pérdida de instinto goleador de Kokorin, sentenciaron el duelo a favor de los africanos.

No hubo tiempo para más, Cuneyt Cakir sonó su silbato, y como verdadero festejo de un título, el telón se cerró con el cuadro africano dando la vuelta alrededor de la cancha del estadio Arena Da Baixada, un lugar que jamás se olvidará en la historia del futbol argelino.

Ahora, los Zorros intentarán frenar a Joachim Löw y su potente máquina alemana.

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