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6, marzo 2021 - 8:02

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Charros

Por Carlos Gabino | Fotos: Oswaldo Figueroa

El deporte nacional por excelencia, la charrería, vive momentos críticos, pero no sólo por la pandemia de Covid-19 que afecta a todo el mundo, sino también por la falta de nuevos aficionados que nutran esta tradición.

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Así lo manifestó el profesor Alfonso Barrenechea Cárdenas, tesorero de la Asociación de Charros de La Viga, que preside su hermano Próspero.

“La charrería se está perdiendo a consecuencia de la globalización. A las nuevas generaciones no se les inculcan las raíces de nuestro país. Somos muy dados a copiar cosas del extranjero y nos olvidamos de nuestras tradiciones. Los programas educativos han quitado muchas cosas mexicanas, en los libros de texto ya no aparecen. Y lo digo con conocimiento de causa porque fui coordinador académico durante 20 años y maestro de secundaria 30 años. He visto cómo la enseñanza va cambiando. Ahora le pregunto a los jóvenes si saben qué es la charrería, y contestan que no”, dijo al Diario de los Deportistas.

Recuerda que antes no necesitaban publicidad para llenar los lienzos cada vez que había charreadas, y ahora, bueno desde antes de la pandemia, son poquísimos los asistentes, y eso que la entrada es gratis.

“En las propias familias charras se ha ido perdiendo la afición que antes se transmitía de generación en generación. En mi caso somos tres hermanos charros, Próspero, Sergio y yo; nuestro papá (Gerardo) no fue charro, pero sí vaquero, practicó la monta en Veracruz, y de ahí nació nuestro gusto por la charrería, y se lo inculcamos a nuestros hijos; dos de ellos son muy buenos charros, Gerardo y Memo”, nos cuenta.

Nuestro entrevistado sugiere que haya mayor difusión a la charrería, como patrimonio cultural que es, que la gente sepa que es el deporte nacional, que hubiera programas que difundan la charrería. Que haya apoyo de la Federación de Charros y del Gobierno federal para que en cada asociación haya un instructor.

“Todos los socios tenemos profesión u oficio y de ahí sale para costear nuestro deporte. No hay gente potentada, somos humildes terrestres”, concluyó.

TIPOS DE SUERTES CHARRAS

En aporte a la difusión de este deporte, se define a la charrería como el conjunto de destrezas, habilidades ecuestres y vaqueras propias del charro mexicano, que se realiza en ruedos similares a las plazas de toros llamados lienzos charros. Está basada en las actividades tradicionales de la ganadería.

Las competencias se denominan charreadas, en las que hay nueve eventos distintos llamados suertes:

CALA.- Esta faena es la demostración de la buena rienda y educación del caballo charro. Consiste en que el equino corra a toda velocidad y se frene en un solo tiempo y a esto se le llama punta. Después vienen los lados, donde el cuaco tiene que girar sobre su propio eje apoyado en una sola pata hacia los dos lados; luego tiene que hacer lo mismo pero a la mitad, y al final de esta suerte debe caminar hacia atrás hasta la línea de los cincuenta metros. Esta suerte es considerada de las más importantes, ya que se demuestra la conexión (comunicación) que existe entre el charro (jinete) y el caballo.

PIALES.- El objetivo es detener a una yegua que saliendo por la puerta del partidero y desplegando su carrera por el lienzo es lazada de sus cuartos traseros por un charro que montando en su caballo amarra su reata en la cabeza de la montura para chorrearla según sea necesario restándole poco a poco velocidad a la yegua bruta hasta remachar su reata deteniendo así totalmente la carrera del animal. El charro debe tener cuidado que la reata no traiga vueltas atoradas porque le puede volar los dedos. Hay diferentes tipos de piales, algunos de ellos son el pial de piquete, pial floreado y el pial de chaqueta.

COLAS.- Un charro montado en su caballo esperará en la puerta del partidero la salida de un toro, al que después de saludar y pachonear lo tomará de la cola para amarrársela en la pierna, y luego adelantar la carrera de su caballo al tiempo que lo abre estirando al toro hasta conseguir derribarlo, desarrollando todas estas acciones en una distancia máxima de 60 metros.

JINETEO DE TORO.- Se trata de que un charro monte a un toro con la finalidad de permanecer sobre él hasta que el burel deje de reparar; para ello, se encajonará al toro y con un equipo de auxiliares, los cuales deberán vestir correctamente de charros, hasta dos apretaladores por dentro del ruedo para estirar el pretal, pudiendo contar hasta con tres ayudantes por dentro de los cajones para sostener la cabeza del toro, apretalar y sujetar del cinto al jinete, para que pueda montarse y acomodarse, él mismo dará la indicación para que se abra la puerta del cajón.

TERNA EN EL RUEDO.– Tres charros lazadores montados a caballo y en una condición de equipo deberán lazar a un toro, pialarlo y derribarlo. Para hacerlo dispondrán de dos oportunidades cada uno, ya sea para lazar la cabeza del toro o pialarlo; participarán en forma alternada, después de intentar su oportunidad el primer charro, la intentará el segundo y luego el tercero, y así sucesivamente hasta agotar sus oportunidades.

JINETEO DE YEGUA.- Un charro monta una yegua con la finalidad de permanecer en el lomo del animal desde su salida del cajón hasta que deje de reparar; para ello, se encajonará al equino y con un equipo de auxiliares, apretalar y sujetar del cinto al jinete, para que pueda montarse y acomodarse. La faena inicia en el momento en que los jueces dan la orden para contabilizar el tiempo para apretalamiento, y termina cuando el charro se desmonta por cualquier razón.

MANGANAS A PIE O A CABALLO.– Un charro situado en cualquier lugar del ruedo a una distancia mínima de cuatro metros de la barda perimetral, después de florear su reata laza los cuartos delanteros del equino, que siendo arreado por tres charros montados a caballo desarrollará su carrera; una vez manganeado (lazado de las manos), el charro lo estirará con su reata para derribarlo. El tiempo para ejecutar las manganas tanto a pie como a caballo será de 8 minutos.

PASO DE LA MUERTE.– Consiste en que un charro montado a caballo, armando un brinco se cambie a un caballo o yegua que desarrollará su carrera siendo arreado por tres charros en sus respectivas cabalgaduras; el jinete ejecutante de la faena se sujetará exclusivamente de las crines del animal bruto hasta dominarlo y desmontarse. Al pasador se le otorgan tres minutos para realizar la suerte.

ESCARAMUZA.– Además de las nueve suertes tradicionales, se ha agregado la escaramuza, donde participan mujeres, que se dedican a hacer una diversidad de figuras en donde participan seis damas como mínimo, en la cual se les califica sobre la base de tiempos, velocidad y también a la dificultad de sus actividades.

ASOCIACIÓN DE LA VIGA ESTÁ EN PANTITLÁN

La Asociación de Charros de la Viga es una de las más antiguas del país. Fue fundada en septiembre de 1933 en sus instalaciones ubicadas en Calzada de la Viga y Viaducto, pero a causa de la construcción de la estación Santa Anita de la línea 8 del metro, el Gobierno de la Ciudad de México les cambió el terreno mediante convenio y construyó su nuevo lienzo en Calle Guadalupe No. 181, Col. Agrícola Pantitlán, alcaldía Iztacalco, a unos minutos del Aeropuerto Internacional Benito Juárez y a un par de cuadras del metro Pantitlán.

Próspero Barrenechea es el presidente de la asociación, y apoyado por sus hermanos Sergio y Alfonso administra el lienzo, que tiene cupo hasta para 6 mil aficionados y puede ser usado también como cortijo para corridas de toros y se adapta para dar conciertos musicales y funciones de lucha libre.

En escalafón de importancia, esta asociación viene ocupando el tercer lugar entre las que se encuentran en la CDMX. La conforman 32 socios.

El techo del ruedo y la cantina del lienzo tienen forma de herradura. La apariencia de la fachada es de una bombonera, alta, con ventanales.

CUNA DEL CHARRO COMPLETO

La Asociación de la Viga se distingue por ser la creadora del evento Charro Completo, que consiste en realizar las nueve suertes charras. Nace en 1961, a iniciativa de Sergio Cacho Hernández, Gregorio Luna Rangel y Lalo Hernández.

Los charros, aunque no haya competencia, diario van a entrenar porque son unos atletas en toda la extensión de la palabra; se preparan físicamente y también entrenan a sus caballos, los cuales si no se mueven corren el riesgo de enfermarse, les da cólicos.

ESTO justo tuvo acceso a un entrenamiento charro, en el que también visitamos las caballerizas, donde constatamos que los caballos y yeguas son bien tratados, tanto en su alimentación como en higiene y cuidados veterinarios.

El entrenamiento corrió a cargo de los hermanos Próspero, Sergio y Alfonso Barrenechea, además de Rodolfo Alfonso Barrenechea, Víctor Ramírez, Bryan Becerra, Hugo Rioja, Emiliano, Rafael Hernández y Jorge Zamudio.

PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL

“La Charrería, tradición ecuestre en México” fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 1 de diciembre de 2016, lo que la convierte en la octava manifestación cultural viva de México que recibe esta distinción.

Se le atribuyen parte de las raíces de la charrería a los estados de Jalisco e Hidalgo, considerado cuna de la charrería, lugares donde se convirtió en una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana. Al paso de la Revolución Mexicana a principios del siglo XX se le consideró como deporte nacional cuando antiguos terratenientes empezaron a llegar a la Ciudad de México y Guadalajara, creando organizaciones que se convirtieron en asociaciones que se extendieron por todo el país, fundando la Asociación Nacional de Charros A.C., en junio de 1921.

Lamentablemente uno de los propósitos de este nombramiento, que es la salvaguardia del patrimonio, no se está cumpliendo por parte de las autoridades gubernamentales, que no brindan el apoyo necesario.

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