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8, marzo 2021 - 8:00

┃ Brian Sales

710 pumitas

FOTOS: Cortesía Pumas Femenil 

El 8 de marzo es y será recordado en la posteridad por ser el Día Internacional de la Mujer. Una lucha incesante por equidad y el respeto que merecen. En el futbol, también hay jugadoras que, desde su trinchera, buscan cosechar los frutos que tal vez ya no disfruten, pero que les tocará recoger a las futuras generaciones de futbolistas. El mejor ejemplo puede ser Pumas, que ahora ya jugará en el Olímpico Universitario, por lo que cada vez recibe mejor apoyo por parte de la directiva. Sin embargo, para Marlyn Campa, refuerzo de las universitarias para esta campaña, la lucha sigue, desde cosas básicas como algunos dichos dentro del futbol que, en su percepción, deben ser erradicados.

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“Estamos mejorando todos juntos en este aspecto, pero hay muchas cosas que decimos que están mal, como “no seas niña”, o cosas similares. Creo que, con esfuerzo, podemos empezar por eliminar ese tipo de expresiones que son equivocadas y que generan más de lo que una persona cree”, admite en charla exclusiva con ESTO.

Por su parte, Deneva Cagigas, una de las más experimentadas del plantel, hace 17 años que patea balones y su pasión va entorno al esférico, por lo que tuvo que hacer caso omiso de comentarios desafortunados por ser mujer, sobre todo porque siempre le tocó estar en equipos en los que había más hombres y casi ninguna mujer.

“Era muy raro ver que una mujer jugara futbol, Inicié a jugar hace 17 años, lo que era aún más raro. Siempre hubo comentarios de gente que te quiere afectar. Debes escuchar la voz de la razón. La mayoría de las futbolistas actuales jugaron en un equipo de niños. Mis mejores amistades salieron del futbol. Es un proceso que damos y esperemos que las generaciones que vienen abajo puedan disfrutarlo”, comenta. 

Campa sí padeció burlas y discriminación por ser mujer y querer patear balones, algo que “era para hombres” hasta hace no muchos años. Sin embargo, confíes que su calidad siempre le cerró la boca a más de uno que jamás dio crédito a que una mujer tuviera más agilidad o dotes frente al balón que ellos.

“Siempre pasa eso a, principio, que mucha gente te dice que no lo puedes hacer. Siempre jugué con niños, entonces te dicen cosas como que “no traes” o algo así, luego te los burlas y se quedan callados porque no pueden decir nada más. Lo bueno de ser mujer es que estamos para callar bocas”, recuerda.

Ella, de gran experiencia por diferentes ligas del mundo, ahora instalada dentro de la Liga MX, ve al balompié femenil nacional como una de las más profesionales, serias y con buena estructura a futuro, algo que le llena de orgullo.

Jugué en Suecia, en Islandia y en la Copa Libertadores. La Liga MX es una de las más profesionales en las que ya pude participar. Cada temporada ase mejora y se mejora. Ya va muy avanzada, así que les doy mucho valor y les reconozco que todo va en buen camino, aunque ojalá lo hagan más. Ya está bien el proyecto, no puedo decir nada malo, sólo que lo intenten mejor”, comparte.

La atacante no titubeó y criticó la falta de apoyo por parte de algunos equipos hacia sus representativos femeniles. Destacó la situación que más le llama la atención, el hecho de que algunos clubes viajen en camión y no en avión distancias tan grandes, algo que merma el rendimiento.

“A la mejor, ayudarles a los equipos que no tienen tantos recursos como los que siempre están arriba de la tabla. Hay planteles que viajar en autobús 17 o 18 horas., A veces se vuelve muy pesado. Tengo muchas amigas en otros equipos y sé lo que viven. Me gusta hablar de lo que se puede mejorar. Algunos equipos traen resultados, pero no tienen mucho soporte, Ahí es donde podemos mejorar entre todos”, cierra.

Jugar en CU, algo mágico y un sueño

El último partido que se jugó en el Olímpico Universitario con gente fue el cotejo entre Pumas y Cruz Azul, de la Liga Femenil. Las auriazules por fin hicieron del recinto su casa, en uno de los días más emotivos. Deneva Cagigas, defensa central del equipo, lo recuerda como si hubiera sido ayer. 

Tenemos un recuerdo increíble de la última vez que jugamos en CU. Justo fue el último partido antes de la pandemia. Ese día fue mágico. Estamos felices por regresar ahí. Todo el equipo está emocionado y motivado. No queda más que agradecerle al club por la oportunidad”, menciona. 

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Ahora que ya será su casa, Cagigas está convencida de que, lo que ellas piden y pelean, lo disfrutarán las nuevas generaciones como la de Natalia Valadez, una de las jugadoras más jóvenes del plantel.

“Tanto nosotras, como en otros sectores de México, peleamos por abrir el camino y levantar la voz, para crearnos las mismas oportunidades. Es un sentimiento de solidaridad, que estamos por hacer cosas grandes. Toda la gente que se dio cita en el estadio fue increíble. Se sintió el apoyo y la conexión entre aficionadas y jugadoras”, señala. 

Campa, futbolista por un familiar

Marlyn Campa, una de las refuerzos para esta campaña, inició su andar en Estados Unidos, aunque su mente no estuvo fija en el futbol sino a los 13 años. Gracias a unos problemas de salud de su hermano, actualmente puede tener una carrera como futbolista profesional.

“Nací en Los ángeles, California. Primero bailaba, pero a los ocho años mi hermano tuvo problemas de respiración. El doctor le recomendó entrar en deportes para mejorar sus molestias. Mi papá nos metió a los dos, para que no estuviera solo. Jugué una temporada allí, y luego nos movimos a Texas. No jugué hasta los 13 años, que volví a patear un balón”, cuenta.

Campa recuerda perfectamente cuando sonó su celular y era Ileana Dávila. La estratega de Puma sedujo a la ex americanista para poder jugar en Pumas. Si bien no hay un rol titular aún, ya se hizo presente en un par de anotaciones y en la victoria ante Rayadas, la más importante en lo que va del semestre.

“Estaba en América y estaba a punto de terminar mi contrato. Ileana me habló y me dijo que estaba interesada de que jugara con ellas en Pumas. En ese momento también estaba haciendo pruebas mi hermana, entonces nos funcionó a las dos”, recuerda. 

A su llegada, la futbolista que ya militó en Europa y Sudamérica recibió muchas bromas por venir del odiado rival. Incluso, menciona que hasta la fecha le dicen que es la del América, con el afán de incomodarla y por la rivalidad que existe entre ambas instituciones.

“Hasta ahorita todavía me molestan por ser del América, en broma. Nos recibieron bien. Soy alguien que convive bien con todas. Soy la que habla primero, por lo que una adaptación nunca se me hace difícil. Mi hermana, es como yo, así que es algo similar”, comparte. 

Dinora ve que la liga cada vez crece más

Una de las jugadoras de más experiencia dentro de la Liga MX, Dinora Garza, analiza cómo es que avance el futbol de mujeres en nuestro país. Acepta que van por buen camino, incluso con mejor inversión y trato que en otras ligas del mundo. Reconoce que, aunque a ella no le toque, las nuevas generaciones serán las que tengan mejores condiciones.

“Creo que todo va paso a paso. Los procesos ya se superaron y se lograron muchas cosas en poco tiempo. Me pongo a comparar a las ligas europeas, pero el numero de asistencias es grande. Jugué en Estados Unidos y es más colegial que profesional. Ver todo eso y comparar el crecimiento, es enorme. Queremos que haya mejores oportunidades y condiciones. La misma liga te obliga a crecer como club. Estamos tranquilas con eso, pero siempre exigimos mejores condiciones, aunque en la medida correcta”, cierra. 

Dinora sabe que lo que se busca es equidad, por lo que no desea el mismo salario de los hombres, sino un poco más de apoyo y mejores condiciones para los traslados, por ejemplo.

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