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Mira

14, marzo 2021 - 22:06

┃ Miguel Ángel Mujica

america clasico

La promesa crema de hablar en la cancha se cumplió. América no sólo derrotó a Chivas, lo golearon y demostraron ser mucha pieza, 0-3 final. Las Águilas, con autoridad, se impusieron en el Akron ante un Guadalajara que mostró su peor rostro del campeonato en el encuentro en el que se suponía levantaría la cara en búsqueda de la Liguilla.

Henry Martín con un doblete y festejos a lo Cuauhtémoc Blanco; junto a la puntilla de Sebastián Córdova, fueron castigo suficiente para el Rebaño que no tiene ni pies y si Vucetich es desligado, se quedarán sin cabeza. La batalla entre los más grandes de México comenzó con sorpresas. No en los parados o la forma de juego. Desde la entrada al campo, muchos saludos se observaron. Abrazo por acá y por allá, la rivalidad pareció no existir segundos antes del pitazo del Gato Ortiz.

El Deportivo Guadalajara salió con lo mejor disponible. La bajas de Lalo Torres e Hiram Mier fueron el dolor de cabeza para Vucetich. Gudiño saltó en la puerta. La línea de cuatro en el fondo la conformaron el improvisado Conejito Brizuela en la lateral derecha, Sepúlveda, Briseño y Mayorga, éste último por la izquierda. La contención con la dupla Molina-Beltrán. Los volantes fueron el Canelo Angulo, Uriel Antuna y Alexis Vega. En punta, JJ Macías intentaría ser el más peligroso.

El América respetó su idea de los últimos juegos. El Indiecito Solari colocó a Ochoa en el marco; Jorge Sánchez, Cáceres, Aguilera y Fuentes en el fondo; Aquino y el Cachorro Sánchez en la contención; abiertos Lainez, además de Córdova. Clavado como 10, Fidalgo, mientras que el más adelantado era el Búfalo Martín.

El silbatazo sonó en el Akron y Chivas salió sin miedo. Antuna le robó el dulce a Córdova. El Brujo dejó solito al Canelo. Ochoa hizo una finta, Angulo intentó definir a poste cambiado, pero su remate se fue por un costado. El impulso tapatío se rindió ante la fortaleza americanista. La presión crema fue constante, Briseño y Sepúlveda nunca encontraron al Nene Beltrán o a Molina. Fidalgo recuperó en sector final rojiblanco. La intención del español fue clara, dejó para un Richard Sánchez que disparó desviado.

El agobio azulcrema no frenó. Incluso, Briseño tuvo que frenar al rival con un pisotón que le salió barato. Fildago filtraba para un Henry que quedaba solito, aunque el Pollo decidió bajarlo y evitar el primero.

América revoloteó con su presión. Sepúlveda desvió un centro que le quedó a Fidalgo. El español la mandó a la grada y de inmediato se llevó la playera al rostro con incredulidad. Animado, el volante ibérico se puso el equipo al hombro. Álvaro tocaba, se movía y hasta jugadas con magia pura intentó. En la siguiente jugada, Fidalgo disparó a las manos de Gudiño.

Vucetich saltó de su banca enojadísimo. Antuna intentó con velocidad, pero hasta se cayó en el intento. Chivas no se encontró tras el primer aviso. Los laterales, Mayorga y Brizuela, quisieron aportar sin suerte. El premio para el mejor de la cancha llegó. Fidalgo, tras una falta en tres cuartos de cancha, mandó un centro preciso. Álvaro le metió comba y veneno. Sin miedo, Martín se elevó para prender la pelota. Gudiño, a medio camino, sólo vio como el balón terminó en la red.
¡Gol del América!

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Henry enfiló a la esquina. Su característico festejo quedó en el olvido. Se arrodilló y al puro estilo de Cuauhtémoc Blanco, celebró en el redil rojiblanco. El silbatazo salvó al Rebaño de más. Mientras Henry y compañía celebraban, Molina habló con todos sus compañeros molesto por el accionar tapatío.

Vucetich no se tentó el corazón. El Rey Midas habló fuerte, se cansó del Brujo Antuna y el Nene Beltrán. Metió al último héroe chiva en un Clásico. Chicote Calderón, acompañado del Chelo Zaldívar, fueron al campo, el juego no cambió. América dominó desde su contención. Aquino le dio tranquilidad a un Solari que reclamó a sus jugadores la forma, quiso más presión y el peruano respondió con cátedra en el medio campo.
Córdova escapó. Sebastián se coló entre la zaga jalisciense sin problemas. El Tiba Sepúlveda le tuvo que meter el cuerpo para evitar el segundo de la noche.

Chivas fue al frente con más corazón que futbol, aunque se encontraron con una muralla azulcrema llamada Pedro Aquino. El inca robaba y clareaba a placer. El más beneficiado fue Córdova. Una vez más, el 17 recorrió sin problemas hasta el borde del área. Sebas dejó para Henry, quien, con la de palo, la mandó por encima de la cabaña de Gudiño.

Vucetich no quiso más. El Chapo Sánchez y Miguel Ponce entraron. Por increíble que parezca, Macías se fue molesto a la banca. Chivas pareció dejar ir el Clásico sin pelear. Los cambios tapatíos tibiamente respondieron. Ponche llegó al fondo y dejó para un Zaldívar que cruzó demasiado su disparo. ¡Se salvó América!

Solari tranquilizó a los suyos. Sacó a Lainez por Suárez. Leo no tardó en funcionar. Segundos después, en un drible, forzó la expulsión de Ponce. Miguel se equivocó y planchó feo al argentino.

El premio americanista llegó. Tras un córner, Cáceres peinó y Henry remató con la testa en segundo palo para su doblete. Martín, volvió a recordar al Cuauh. Con las banderillas, pinchó a un compañero que calentaba en la banca.

Alicaídas, sin aliento y cabizbajas, las Chivas tuvieron que soportar la humillación total. Córdova, de gran encuentro, hizo una pared con Henry. Sebastián picó ante Gudiño y con la puerta abierta, la mandó al fondo. El volante se quitó la playera y mostró su dorsal a la grada, al estilo Messi en el Santiago Bernabéu.

Al Clásico le sobraron minutos. Solari se dio el lujo de sacar a sus mejores hombres, Aquino y Córdova le dejaron su lugar a Naveda, además de Roger. No hubo más en el Akron, América fue mucha pieza y deja a su máximo rival en peligro de extinción en búsqueda de la Liguilla.

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