No cabe duda que Puebla es sinónimo de “Larcamor”. El equipo de Nicolás Larcamón juega bonito, sabe sufrir y aguantar, también tiene claro en qué momento liquidar, de todo eso dieron catedra anoche en el estadio Hidalgo.

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Maximiliano Araújo abrió la cuenta con una jugada prefabricada, Erick Sánchez empató el juego, Maximiliano Perg devolvió la ventaja a la visita y Salvador Reyes puso el último del partido desde la media cancha, marcador final 3-1.

Puebla ni dudó en su intento por atacar desde el primer segundo. El primer embate dio buenos dividendos porque de inmediato consiguieron un tiro de esquina. Maximiliano Araújo tomó la redonda y tocó en cortito con Christian Tabó. El zaguero hizo un pique para que el 10 le devolviera la pelota, recibió sin problemas, el “Burrito” salió a presionar, pero se lo sacó de encima sin problema, otro jugador tuzo hizo el intento y también se quedó en el camino. Ante lo permisivo de la zaga logró perfilarse para sacar un disparo bien colocado. Óscar Ustari no voló, la acción lo tomó por sorpresa, el balón terminó en la red ante el inútil recorrido del cancerbero.

La inercia ofensiva benefició al Puebla, Omar Fernández, el hombre que recién renovó hasta 2023 intentó con un trallazo fuerte que encontró destino en las manos de Óscar Ustari.

Pachuca respondió con el intento desde la derecha, la pelota fue tocada hacia el centro con Erick Aguirre, quien filtró la redonda y Roberto Nurse la metió a la portería con un hermoso taconcito, desafortunadamente, la jugada solamente quedó para la anécdota, el fuera de juego fue evidente y nadie se atrevió si quiera a cantar el gol.

La Franja poco a poco volvió a llevar el partido hacia su terreno, los toques de pelota fueron constantes, hicieron que el Pachuca corriera detrás de la pelota y ni siquiera tuvieron necesidad de buscar el marco debido a la sencillez y hermosura con la que jugaron a la pelota.
En el complemento, los Tuzos le dieron al rival una cucharada de su propia medicina. Harold Mosquera se animó en la pradera zurda, sacó un milagroso pase para Erick Sánchez, el volante le dio un punterazo a la redonda y techó a Antony Silva. ¡Cayó el gol de la igualada!

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La realidad es que el Pachuca tuvo un nuevo rostro, las acciones se desarrollaron muy cerca del área del Puebla, con la pelota detenida fueron muy peligrosos, por aire tuvieron jugadas claras que simplemente no trascendieron.

La Franja logró equilibrar las cosas desde el tiro de esquina. Centro desde la derecha, Maximiliano Perg se elevó y remató a segundo poste. Óscar Ustari se quedó a medio camino, ni salió a cortar ni alcanzó a regresar y lo techaron. Cayó el segundo de la noche.

En la última jugada del partido, Óscar Ustari se fue a rematar en la búsqueda del empate, la jugada desde el tiro de esquina no trascendió, Puebla comenzó el contragolpe y Salvador Reyes probó desde media cancha para mandarla a guardar. No hubo más y los tres puntos fueron de la franja.

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