Cruz Azul jugó con Arcahaie. Camy Marcelin no iba a participar y le tocó todo el castigo. La Máquina guardó a varios de sus vagones estelares. Para qué exponerlos con el América a la vuelta de la esquina. Los celestes no tuvieron misericordia y golearon 8-0 a un equipo semiprofesional, sin su portero titular, con un jugador desaparecido en la CDMX y uno que necesito oxígeno a medio partido. De esas cosas que sólo pasan en Concacaf. La lluvia de goles que se esperó desde el juego de ida en República Dominicana se dio en casa. Los celestes esperan a Toronto o León en la siguiente fase. Un reto distinto.

La estadística en el primer tiempo fue reveladora. Cruz Azul tuvo una posesión de 76 por ciento y 15 remates, Arcahaie no registró ninguno. Sebastián Jurado pudo acostarse a leer una revista al estilo del Tubo Gómez y no hubiera pasado nada. El primero de esos tiros celestes fue de Alexis Gutiérrez y terminó en la red. La jugada fue rara. Santiago Giménez cayó al piso, distrajo a Marcelin y propicio que no agarrara el balón, Alexis llegó y lo empujó.

Camy no es el portero titular, pero tuvo que jugar luego de que Gooly Elien no viajó a México por un accidente con su pasaporte.

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Arcahaie intentó ser ordenado, pero pronto Yoshimar Yotún tras un servicio de Elías Hernández marcó el segundo tanto.
El Patrullero quiso su gol y lo marcó en una volea tras un pase de Adrián Aldrete. Luego de eso los celestes bajaron la intensidad. Arcahaie lo agradeció, pero sólo fue un momento. La pesadilla llegó después.

Juan Reynoso metió a Juan Escobar y a Roberto Alvarado en el segundo tiempo, eso fue el aviso para ir por más goles.

Arcahaie del minuto 48 al 76 recibió cinco goles. Todos quisieron hacer el suyo. Fue una noche de tiro al blanco. Walter Montoya marcó el cuarto, Josué Reyes el quinto y Montoya de nuevo el sexto. Santiago Giménez puso las asistencias.

En cadena, uno tras otro. Los haitianos no quisieron saber nada, bajaron todas sus defensas, lo que quisieron fue regresar a casa. Bryan Angulo puso el séptimo tanto y Juan Escobar el octavo.

Así terminó una noche cómoda para Cruz Azul, un entrenamiento de tiros a la portería antes de enfrentar al América.

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