Foto: AFP

En un duelo que se definió hasta los extrainnings, el mexicano Óliver Pérez (0-1) se adjudicó el descalabro en la derrota 3-2 de Indios (7-7) ante Rojos (9-5).

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Al culichi le afectó la regla de colocar un corredor en segunda durante las entradas extras. Eugenio Suárez arrancó como corredor en posición de anotar durante el décimo inning, un elevado profundo lo movió a tercera base y finalmente un imparable de Tyler Stephenson dejó tendida a la tribu. El zurdo sólo pudo sacar un tercio.

Si bien el choque tuvo pocas carreras, el duelo de abridores duró poco tiempo. Sonny Gray tuvo su primera apertura de la temporada tras recuperarse de una lesión y sólo lanzó cuatro entradas y un tercio sobre la lomita. Le conectaron seis imparables y poncho al mismo número de rivales.

Por su parte, Triston McKenzie duró cinco capítulos. El manager Terry Francona administró su número de pitcheos. El derecho dejó el encuentro tras cinco hits, una rayita permitida y siete ponches. Pasó algo de descontrol en su labor, ya que otorgó cuatro bases por bolas.

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A pesar de que hubo 18 imparables, el bajo carreraje se debió a la incapacidad de ambas novenas para concretar con corredores en posición de anotar. En total sólo consiguieron mover a los corredores en cuatro ocasiones de 22 turnos.

Con Cleveland en ventaja por la mínima, Emmanuel Clase desperdició la oportunidad de salvamento en el noveno episodio y el duelo se definió en entradas adicionales. En los extra innings, Sean Doolittle congeló a los Indios. Óliver Pérez salió sin margen de error, pero el imparable de Stephenson decidió el juego.

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