FOTO: Jorge Martínez | Mexsport

El último Clásico Regio de Ricardo Ferretti al frente de Tigres tuvo un final feliz. En el terreno de juego, los de la UANL se olvidaron de todo el revuelo y el caos que vivieron en los últimos días, se olvidaron de las noticias y de los rumores que ponen a Miguel Herrera en el equipo para dejar claro que en Nuevo León manda el equipo de San Nicolás de los Garza.

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Alfonso González abrió la cuenta para los Rayados de Monterrey con un golazo, pero Carlos González y André-Pierre Gignac se volvieron a conectar y le entregaron los tres puntos a Tigres, marcador final 2-1 y de paso se afianzaron en la zona de repechaje.

El Clásico 125 tuvo un sabor muy especial. Por un lado, es casi un hecho que será la última vez que Tuca esté en el banquillo de Tigres en un duelo de esta rivalidad. Por otro, los aficionados pudieron estar presentes en el estadio Universitario para disfrutar de uno de los partidos más pasionales de la Liga MX.

Tigres y Monterrey no decepcionaron, desde los primeros instantes quedó claro que la rivalidad se vive a flor de piel, ninguno de los clubes quiso ceder ni un poco, es por ello que las llegadas de peligro arrancaron desde el primer momento.

Los de la UANL tuvieron la primera insinuación, el balón terminó en las manos de Hugo González y nada más pasó. La Pandilla respondió vía Vincent Janssen, la redonda acabó por un costado, pero quedó claro que ninguno había salido a especular.

Desde el costado izquierdo, Luis Quiñones fue uno de los hombres que más incisivo fue. Sus centros venenosos siempre estuvieron a la orden, pero en los primeros minutos, Hugo González cortó muy bien para evitar que el peligro pudiera ir al alza.

La pelota detenida fue un factor interesante, especialmente en favor de Rayados. Tiro libre que encontró destino en Maximiliano Meza, el argentino llegó a la cita con la pelota, aunque no definió de manera apropiada y terminó por entregar la redonda a las manos de Nahuel Guzmán.

André-Pierre Gignac le puso un poquito de picante en el área de los rivales. El esférico no quedó cómodo en una llegada generada desde la izquierda, la única forma de definir fue con un taquito y el francés no dudó en hacerlo. Hugo González terminó por controlar sin problema.

Con tanta llegada de peligro, era normal que el juego se rompiera en algún momento. La pelota quieta volvió a ser el fuerte para lograrlo. En tres cuartos de cancha, Maxi Meza movió en cortito, Alfonso González fue el receptor, recorrió algunos metros y le jaló al gatillo desde fuera del área. La pelota se incrustó en la base del poste. ¡Golazo de los visitantes!

La afrenta no fue bien tomada por Tigres que de inmediato respondió. Centro desde la pradera derecha, prácticamente en el área chica, Carlos González se levantó y picó la redonda ante las facilidades que le dio el marcador, Hugo González también pudo hacer más, pero falló y terminó por sacar el balón de la red.

Rogelio Funes Mori tuvo ocasiones para convertirse en el máximo goleador en la historia de los Rayados. César Montes fue el hombre que dos veces le sirvió la oportunidad, no logró convertir.

La primera ocasión fue un tiro de primera intención, aunque Nahuel Guzmán recostó de manera correcta y evitó la caída de su cabaña. La siguiente acción fue una calca de la jugada anterior, pero el balón terminó por un costado.

Todavía en la recta final, los Tigres tuvieron una acción más de peligro. André-Pierre Gignac fue quien probó a Hugo González. El meta desvió de manera apropiada el disparo.

El complemento comenzó calientito, una falta en el área de Jesús Gallardo sobre Luis Quiñones mandó al cafetalero directo a la banca, fue el VAR el que observó la acción, Marco Ortiz tuvo que ir al monitor para revisar la jugada, sin embargo, consideró que no había pena máxima. La polémica se acrecentó porque Quiñones no pudo continuar, su lugar lo tomó Nicolás López, a quien los aficionados felinos no se cansaron de pedir durante el descanso.

El acoso felino se mantuvo y los Tigres volvieron a sacar buenos dividendos de la situación. Carlos González fue derribado por Matías Kranevitter en el área y Marco Ortiz silbó de inmediato la pena máxima. André-Pierre Gignac tomó la redonda y cobró ante Hugo González, por supuesto que el francés no perdonó. ¡Cayó el de la remontada!

Con las ganas de hacer gol se volvió a quedar Rogelio Funes Mori. Un remate de palomita del “Mellizo” fue desviado de manera espectacular por el “Patón” y todo se mantuvo igual.

En el ocaso del partido, las acciones se calentaron. Sebastián Vegas se calentó y fue expulsado; Rafael Carioca también se fue a las regaderas instantes antes por lo caliente que acabó con otros elementos de Rayados. No hubo más y los tres puntos se quedaron en el Volcán.

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