Brian Sales 

Foto: Isaac Ortiz |Mexsport

Gallos sufrió, peleó, no convenció, pero ganó. Cuando todo apuntaba a un empate agridulce sin anotaciones, dese la zurda de Erik Vera salió un centro que remató con rabia Hugo Silveira. El potente atacante logró atacar el balón sin marca porque el rival se resbaló. Juárez tuvo más llegadas, pero poca visión e imaginación a la hora de la verdad, 0-1 final. Los fronterizos se tuvieron que conformar con tiros de larga distancia y la derrota. Gallos, por su parte, aprovechó el último tren rumbo al repechaje y ahora buscará su boleto en la última fecha, ante el León.

El partido inició movido y Marco Fabián se hizo presente con un tiro de larga distancia. A las afueras del área, recortó a un rival y probó con dirección al ángulo superior izquierdo de Alcalá, pero el balón pasó algunos centímetros desviado, aunque arrancó suspiros de los presentes en La Corregidora.

La polémica no tardó en hacerse presente en el recinto. Hubo jugadas en las dos áreas, aunque en ambas, el silbante utilizó el mismo criterio y optó por no caer en el juego de los futbolistas. El VAR no tuvo que intervenir, por lo que ambas decisiones fueron correctas por parte de Fernando Guerrero.

El juego no explotó. Si bien hubo algunas llegadas por la profundidad de las bandas, no hubo forma de romper la marca de ambas zagas en zona baja. Por el lado de los visitantes, Mendoza, por la parcela izquierda, consiguió generar preocupación, mismo caso con Montero por parte de los Gallos, pero sin culminar con un tiro a puerta.

Ya en la parte complementaria, ambos equipos tuvieron una propuesta más ofensiva. El primer aviso fue a través de Jefferson Montero, quien recortó hacia el centro, sacó un disparo potente, aunque sin altura y sin problemas Vázquez Mellado se quedó con el balón.
La respuesta de la visita no tardó. Eryc Castillo se comió a Vera en una jugada individual, probó a portería, pero Alcalá, con una gran atajada, mandó el esférico al tiro de esquina y salvó a su equipo. Al final, la jugada no trascendió, pero los fronterizos tuvieron en sus manos la más clara del partido.

Montero se mantuvo como la llave del peligro. Le dieron la libertad de jugar por izquierda, derecha y hasta por el centro, aunque siempre tuvo que ser por la vía de la larga distancia. Los Gallos no lograron combinar con éxito y pisar el área con balón controlado.

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Tuvo que ser en un balón parado la forma para que los locales se fueran al frente en el marcador. Vera sirvió desde la esquina con su pie izquierdo, puso el balón en el centro del área, Santos e resbaló y dejó que Silveira rematara sin marca. Metió un testarazo mortal a la puerta de Vázquez Mellado y le otorgó el gol de la vida a su escuadra en este Guard1anes 2021.

Tras el tanto, Juárez adelantó líneas en busca del empate. Ambos laterales fueron la clave al llegar a línea de fondo, pero se les agotaron las ideas a todos y se quedaron sin la posibilidad de generar peligro en el arco de Gil Alcalá. Gallos, a la contra, buscó sentenciar el cotejo.
Héctor Altamirano movió sus piezas. Sacó a un hombre en ofensiva con la finalidad de sumar a alguien en el medio campo. Le dio minutos a Kevin Escamilla, quien funge como contención y con la misión de retener más el balón en la mitad del campo y quitarle la pelota a Juárez, que se hizo de la posesión tras el gol.

La visita también trató de reaccionar desde el banquillo. Alfonso Sosa quitó a Marco Fabián y Flavio Santos, para darle ingreso a Martín Galván y Carlos Rosel. En un equipo desalmado, sin color y sin nada por pelear, no hubo reacción. La lluvia comenzó a caer de forma intensa, lo que mermó aún más el accionar de ambos equipos.

Las sustituciones les hicieron bien a los locales. Cada vez hubo menos aproximaciones de los rivales y, ya con el campo mojado, el trámite se cortó con demasiadas faltas en el centro del campo, lejos de las zonas de peligro para ampliar o igualar el marcador. En cada balón que recuperaba el rival, trataron de ir al frente, pero siempre se encontraron una marca de dos hombres contra uno, lo que limitó aún más sus avances.

No hubo tiempo para más. Juárez se murió de nada en La Corregidora y Querétaro se quedó con tres puntos de oro rumbo a su objetivo. Ingresaron de lleno a la zona de reclasificación y buscará confirmar su buen momento con la visita ante el León en la última fecha. Por su parte, Juárez cerrará un torneo muy malo ante los Diablos en la frontera.

SOSA SABE QUE SU PECADO ES LA CONTUNDENCIA

Los Bravos de Juárez sumaron una victoria más en su visita a Querétaro. Para su estratega, Alfonso Sosa, la clave es muy sencilla. Reconoció la falta de contundencia de su equipo para finalizar sus jugadas y aprovechar sus aproximaciones más claras.

“Fue muy evidente cómo se presentó el partido. Cuando a un equipo le falta definir correctamente sus jugadas, se dificulta todo. Eso nos pasó en estos compromisos que perdimos. No somos certeros a la hora de definir. Nos equivocamos en las jugadas clave y nos cuestan goles en contra. El esfuerzo se hace, pero no alcanza”, dijo.

El estratega, si bien aceptó su mayor pecado, también hizo énfasis en las cuestiones que cambió y resaltó del equipo, más allá de que no haya sido suficiente el trabajo que se hizo para competir por algo o salvarse de pagar 50 millones de pesos de multa.

“En cuanto a funcionamiento, hay una mejora del equipo. Faltó el toque de calidad y concretar en momentos importantes. El único partido donde nos pusimos en ventaja, fueron dos, contra San Luis y contra Tigres. En volumen de juego sí hubo un alza y el tema psicológico se mejoró. Puntualizamos que la carencia fue el juego en ataque”, comentó.

ALTAMIRANO LE DIO EL MÉRITO A SUS DIRIGIDOS

Gallos tiene más vida que nunca. Gracias al triunfo ante los Bravos de Juárez, de ellos dependerá amarrar un lugar en la reclasificación. Deberán vencer al León en calidad de visita, pero dieron el primer paso. Para Héctor Altamirano, la clave de su equipo fue el esfuerzo, la entrega y las ganas de no depender de otros equipos para alcanzar su objetivo.

“Sabíamos que sería un partido cerrado. Estaba claro que teníamos que arriesgar. Por fortuna, el equipo mostró muchos deseos de obtener los tres puntos y mucho compromiso para defender. Estoy contento con este plantel y todo es su mérito. La afición nos inyectó muchas cosas positivas. El equipo ya conoció a parte de nuestra gente y hay que reconocerlo”, comentó.

Altamirano también se dio una pausa para dedicarle el triunfo a toda la afición. Reconoció que ellos fueron el motor para que su escuadra consiguiera los tres puntos ante el equipo fronterizo y se asomara con pasos firmes rumbo a la reclasificación.
“Para nosotros era importante darle esa alegría a la gente que vino con los muchachos. Lo platicamos cuando supimos que vendría la gente. Todos coincidimos en regalarles esta victoria. Fue coincidir con su felicidad. Este es un equipo que siempre trata de dar su mejor versión. Hoy, esta victoria era necesaria”, remató.

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