Marco Montoya

Foto: Adam Pantozzi | AFP

Nueva York está listo para los playoffs y dio cátedra una vez más de cómo contener a un ataque explosivo. Los Knicks brindaron otra gran actuación ante una quinteta contendiente como Clippers, a quienes lograron limitar en su propia casa.

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106-100 se impuso la escuadra comandada por Derrick Rose. El alero salió como el jugador más dominante de su equipo sobre la duela del Staples Center, encestó el 64.7 por ciento de sus disparos al aro. Al final terminó con 25 puntos, lo secundó Reggie Bullock, quien tuvo su mejor desempeño a la ofensiva en la campaña tras poner 24 en el marcador, logró cinco tiros desde la zona de tres ante su ex equipo. Julius Randle quizá tuvo menos reflectores, pero se apuntó un doble-doble con sus 14 unidades y el mismo número de asistencias.

El encuentro se mantuvo cerrado, pero una vez que Los Ángeles se vieron abajo por diez con poco tiempo en el marcador, perdieron la paciencia, los intentos de tres puntos fueron infructíferos, sólo concretaron 12 de 35. Paul George lució frustrado después de errar más de la mitad de sus intentos desde cualquier área. Cerró con 18 puntos.

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Kawhi Leonard comandó a los locales con sus 29 que anotó en la pizarra, detrás de ellos quedó el reserva Nicholas Batum, quién sumó 13.

Los Clippers se despidieron con un sabor amargo de la fase regular en casa, sus partidos finales serán como visitantes, mientras que los Knicks rompieron con un par de derrotas en fila. Pasó poco más de un mes para que cayeran en dos juegos de manera consecutiva. Nueva York viajó de una costa a otra y dio un golpe de autoridad.

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