Por Jorge Briones

Foto: Filippo Monteforte | AFP

La arcilla romana vibró con otro capítulo más entre Rafael Nadal y Novak Djokovic, donde el español volvió a sonreír en su superficie favorita y aunque con mucho sufrimiento, logró alzar su décimo título en el Masters 1000 de Roma.

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Fueron dos horas y 49 minutos del nivel más alto del tenis, y donde las más de tres mil personas en el Foro Itálico presenciaron la última hazaña de Nadal. El español se llevó el triunfo en tres sets con parciales de 7-5, 1-6 y 6-3, poniéndose a punto para su presentación en dos semanas dentro de Roland Garros. Su gran objetivo.

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‘Nole’ dejó ir sus oportunidades en el tercer parcial, con dos oportunidades de quiebre desperdiciadas, y terminó pagando el esfuerzo físico que tuvo en la jornada previa. Roma tiene un nuevo campeón, el máximo de su historia. Ya son 10 y contando para Rafa.

EL JUEGO

Desde el inicio ‘Nole‘ tuvo como prioridad atacar a su rival desde la línea, forzando una y otra vez de forma agresiva las respuestas de un Nadal que lucía sorprendido ante la eficacia del serbio.

Pero tras perder su saque en el segundo ‘game’, y ponerse 0-2, poco a poco fue encontrando ritmo y le regresó la cortesía inmediatamente. La derecha de Rafa empezó a marcar la diferencia en sus turnos al saque.

Tras un ligero incidente en el séptimo ‘game’ donde el mallorquín se tropezó con las líneas por segunda ocasión en la semana, reclamándole al juez de silla por el pésimo estado de la superficie. “Nos vamos a matar”, dijo Rafa con cierta molestia, aunque ni eso le quitó el foco.

El ‘tiebreak’ parecía inevitable, pero un par de errores de Djokovic le abrió la puerta del primer set a su rival. Y como es una costumbre, Nadal no la desaprovechó.

Ya en el segundo set, y cuando se preveía que el físico le iba a pasar factura al serbio luego de la doble jornada del día anterior, volvió a mostrar su fortaleza mental y en su derecha encontró las respuestas para igualar la contienda. Dos quiebres y un parcial de 6-1 sobre el “rey” de la arcilla, hecho al alcance de sólo él en el tour.

Una vez más los dos mejores del mundo definirían al ganador en un tercer y definitivo episodio. El estado de ánimo favorecía a Djokovic, pero ante Nadal eso no alcanza. El #1 se generó dos oportunidades de quiebre en el quinto ‘game’, mismas que salvó Rafa y tras mantener su servicio, en el siguiente punto completó la obra con un ‘break’ perfecto.

Al español le alcanzó con mantener su servicio en dos oportunidades para conquistar su décima corona en Roma. Sufrió, pero al final lo volvió a hacer.

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