Rubén Beristáin

FOTO: Carlos Ramírez | Mexsport

Santiago Giménez tiene al mejor de los maestros en casa, o al menos con un contacto directo. El Chaco fue uno de los referentes de Cruz Azul en su etapa como jugador y supo cómo enfrentar estas fases finales. El joven delantero explicó lo que le ha pedido y aconsejado su padre, esa experiencia que dejó sus errores y aciertos, puede ser importante para llegar a ese objetivo que él no pudo conseguir como cementero.

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“Él siempre ha sido de aconsejarme después de cada partido. Este torneo no me tocó estar con él, estaba en Cancún, pero sí nos echábamos llamadas, todo el tiempo me aconseja. Y me dice que estos partidos se ganan no por calidad, si no por personalidad. Tengo que tenerla a tope, porque eso contagia a los demás, trato de decirle a todos mi ilusión, es gigante, tengo una fe intocable de que se puedan hacer grandes cosas y hacer historia”, indicó el futbolista de apenas 19 años.

Santi no piensa en el pasado ni en todo lo que ha sufrido La Máquina en los últimos años. Él quiere hacer su propia historia, justo contra el equipo con el que iniciaron los sinsabores y al cual, también le tiene cierto cariño.

“Yo recién me entero de lo del 99 en esa serie contra ellos, yo no sabía. La única manera de manejarlo es ser fuertes internamente con nosotros mismos, la afición y nuestras familias. No pensar tanto en lo que ha pasado. Estamos muy ilusionados de que este torneo puede ser el indicado”, aceptó.

No podemos presumir nada hasta que tengamos la copa: Santi Giménez

En la serie de cuartos de final ante Toluca, Giménez sintió algo positivo en todo el plantel. “El gol de Canelo nos puso a pensar de más, pero si algo tengo clarísimo es que de donde estaba sentía una energía buena, que se iba a dar vuelta porque veía el esfuerzo de mis compañeros y así se hizo. Cada uno creyó y afortunadamente le dimos la vuelta al marcador”, aseguró.

El famoso Chaquito rompió con su mala racha sin perforar las redes. Pasaron ocho meses para que volviera a festejar, aunque aseguró que su pensamiento es en los logros grupales, y no en los individuales.

“Fue un momento muy lindo. He tenido la fe de que los momentos de Dios son perfectos. Sé que puso este momento para disfrutarlo, para seguir con esa confianza. Una vez que se mete gol se agarra confianza, pero sigo tranquilo, pensando en el equipo, no en uno mismo. Yo sólo pienso en ser campeón, pienso en el bien del equipo, que en el mío propio”, finiquitó.

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